Regresará el minimalismo
Ciudad de México
Agencias Quequi
Igual que ocurrió en 2008 con la crisis económica, ahora estamos comprando mucho menos (porque debemos estar en casa, entre otras razones), pero una vez que se controle la epidemia y podamos volver a la normalidad del día a día, el acercamiento a las tendencias y a la moda quizá también sea muy diferente al que hemos tenido en estos últimos años.
Tras la crisis de 2008 las colecciones se volvieron más serenas, menos pomposas y barrocas precisamente por la austeridad económica del momento y el miedo a una situación más adversa y prolongada. Se impuso la sencillez en el vestir, la prudencia estética frente a la excentricidad, el barroquismo.
Y si hay una norma que en la moda siempre se puede aplicar es que el cambio es permanente. Así que las últimas temporadas han empezado a reflejar el hastío de muchas firmas y consumidoras ante tanto gliter y brillos multicolores, ante el despilfarro del capricho momentáneo.
También reclama una moda más sosegada y atemporal que sirva para combinar con el paso de las temporadas, al igual que Nadege Vanhee-Cybulski en Hermès, Clare Waight Keller en Givenchy, Louise Trotter en lacoste, Christophe Lemaire o el español Adolfo Domínguez, que en las campañas de los últimos años ya abogaba por la sostenibilidad y en la actual, titulada “se más viejo”, reclama “no comprar más, sino elegir mejor”.