
Quintana Roo, con potencial para seguir como líder turístico si se toman decisiones adecuadas
Cancún, 12 de diciembre.- En un análisis sobre la situación actual entre México y Estados Unidos, Rubén Olmos, director global de Nexus Washington, abordó los desafíos bilaterales que marcarán el cierre de 2024 y el inicio de 2025, con énfasis en los efectos de las políticas migratorias y económicas del presidente electo Donald Trump, así como las tensiones comerciales y de seguridad.
Olmos destacó que la relación entre ambos países experimentó altibajos durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, marcada por pragmatismo pero también tensiones en temas como el narcotráfico, migración y comercio. Ahora, la presidenta Claudia Sheinbaum hereda estos desafíos en un contexto global complejo.
En Estados Unidos, la reciente elección de Donald Trump supone un regreso a políticas más estrictas, con énfasis en seguridad y migración. Olmos mencionó que la designación de Ron Johnson, ex agente de la CIA, como embajador de Estados Unidos en México, refuerza esta perspectiva, al enfocarse en combatir el narcotráfico y la seguridad fronteriza.
“Trump logró una coalición amplia de apoyo que incluyó a latinos y minorías, en gran medida por su postura contra la migración indocumentada. Esto demuestra la influencia que el tema migratorio tiene tanto en Estados Unidos como en México, y cómo afectará las relaciones bilaterales en los próximos años”, afirmó Olmos en entrevista con Radio Fórmula.
En el ámbito turístico, Olmos abordó el impacto de las nuevas tarifas que se implementarán en Quintana Roo para la industria de cruceros. Después de meses de negociación, se estableció un cobro de 5 dólares a los cruceristas a partir de julio de 2025, con recursos destinados a un fideicomiso transparente que incluye la participación de navieras y autoridades locales.
“El acuerdo alcanzado demuestra el compromiso del gobierno estatal con el sector. Aunque las navieras no están completamente satisfechas, reconocen la importancia de trabajar juntos para mantener a Quintana Roo como un destino preferido en el Caribe”, comentó.
Sin embargo, Olmos advirtió que el impacto de estas medidas debe ser cuidadosamente monitoreado. Las navieras argumentan que México debe ofrecer un retorno tangible de estos recursos, enfocado en infraestructura turística y promoción, para evitar afectaciones en los itinerarios de cruceros.
Olmos enfatizó que, pese a los desafíos, México tiene una posición estratégica en la región.

“Nuestra oferta turística es difícil de igualar: desde maravillas arqueológicas hasta infraestructura de clase mundial. Aunque haya tensiones comerciales y migratorias, las relaciones bilaterales deben enfocarse en colaboración para maximizar los beneficios mutuos”, señaló.
Para concluir, Olmos subrayó la importancia de mantener un diálogo abierto con todos los sectores.
“Los próximos años serán críticos para definir el rumbo de México en el contexto global, y Quintana Roo tiene el potencial de seguir brillando como líder turístico si se toman decisiones estratégicas y consensuadas”, expresó.