Beto al bote

CANCÚN

Por Mario Morales Cruces > Quequi

 

El exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, fue detenido por la PGR e Interpol en el aeropuerto de Tocumen, en Panamá, cuando pretendía abordar un vuelo rumbo a París, derivado de una orden de aprehensión liberada por un juez por su presunta participación en una red de lavado de dinero.

Fuentes confiables revelaron a este medio que el exgobernador, investigado desde hace meses por la venta de terrenos públicos a precios ficticios, fue impedido a abordar un vuelo privado con el que pretendía huir a Francia, apenas dos días después que se filtrara en medios nacional que en su contra ya existía una orden de aprehensión, girada por un juez federal del Estado de México el pasado jueves.

Esta orden deriva de una denuncia realizada primeramente por la asociación “Somos Tus Ojos” y posteriormente por el gobierno del estado por la venta de grandes porciones de la reserva territorial en siete municipios, a través del Instituto del Patrimonio Administrativo e Inmobiliario del Estado (IPAE) a terceras personas por precios muy inferiores a los de mercado. Aunque cientos de operaciones fueron señaladas, la investigación se enfocó en 24 en donde es comprobable la irregularidad cometida.

Además del exgobernador, se presume que existen otras cuatro personas con órdenes de aprehensión en su contra: la extitular del IPAE, Claudia Romanillos; Soraya Herrera Manzanilla, excoordinadora jurídica de la dependencia; además de dos operadores de Borge Angulo que figuraron como “prestanombres” en estas operaciones, además de socios de la naviera Barcos Caribe, César Celso González Hermosillo y María de Lourdes Pinelo Nieto.

La empresa de ferries entró en operaciones con un fuerte capital cuya procedencia se desconoce y se presume podría ser lavado de dinero, razón por la que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) mantiene hace meses congelada su documentación oficial.

 

EN FUGA

Las acusaciones por irregularidades ya cercaban a Roberto Borge desde la campaña electoral pasada y fueron uno de los factores decisivos en la derrota de su candidato en las urnas. Sin embargo, a diferencia de otros gobernadores envueltos en escándalos de corrupción, no hubo denuncias inmediatas en su contra al dejar el poder, por lo que el exgobernador se movió con libertad varias veces fuera y dentro de México.

Borge Angulo prácticamente desapareció de la luz pública después del 30 de septiembre pasado, retirándose, en primer lugar, a Miami, Estados Unidos, desde dónde hizo su última intervención ante la prensa, al llamar al programa de Carlos Loret de Mola para recalcar que no estaba prófugo.

Después de unas vacaciones en una isla caribeña y de regresar a Miami, trascendió que su visa a Estados Unidos había sido revocada, por lo que regresó a México, aunque luego se dirigió más al sur, primero a Guatemala y por último a Panamá, movimientos que fueron seguidos a través del servicio de escoltas que le proporciona el Gobierno del Estado.

Autoridades de la Fiscalía General del Estado, que afirma haber monitoreado su ubicación, supuestamente le perdieron la pista en esta nación centroamericana, temiéndose incluso que la había abandonado con rumbo desconocido, lo que resultó ser infundado.

Al conocerse la supuesta orden de aprehensión en contra de Borge, anticipada desde hace meses, el exgobernador habría tratado de poner más distancia, viajando a Europa, pero no habría alcanzado a evadir la acción de la justicia panameña, alertada ya por México.

 

PENDIENTES

Borge Angulo al parecer está en una situación similar a la del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, cercano amigo suyo y compañero del “nuevo PRI” alabado por Peña Nieto, detenido en un país centroamericano en espera de ser extraditado de regreso a su tierra para ser juzgado por el quebranto financiero en el que sumió a su entidad.

Aunque Borge sólo es acusado de ventas irregulares y lavado de dinero, abundan las acusaciones en contra de su gobierno por desvíos millonarios, como los 2 mil millones de pesos que no ingresaron a los fideicomisos de promoción turística o los cerca de 5 mil millones de pesos en apoyos agropecuarios ficticios de Sedaru.

Pero quizá el caso más escandaloso de todos fue la red de despojos tejida en las Juntas De Conciliación Y Arbitraje, con las que sus allegados se adueñaron de hoteles, terrenos, lujosos condominios y congelaron cuentas bancarias.

 

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