Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L.C. el Obispo Prelatura de Cancún-Chetumal

Que el pueblo no se calle: Obispo

Por Verónica Fajardo > Quequi

 

Las multitudinarias manifestaciones realizadas en distintas ciudades de Quintana Roo y de México, en contra al gasolinazo y las reformas económicas, hablan del hartazgo de la ciudadanía hacia los abusos sufridos, en tanto que los ataques y amenazas contra las corporaciones de Seguridad Pública son muestra de que no existe voluntad política para poner el orden.

Así lo sentenció el obispo de la Prelatura Cancún Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, después de encabezar la tradicional homilía del mediodía en la Catedral de esta ciudad, cuando declaró que la serie de protestas realizadas ayer en Chetumal, Playa del Carmen, Felipe Carrillo Puerto y Cancún son positivas, pues son señal de que la ciudadanía “está despertando”.

Por este motivo, el prelado espera que el espíritu del activismo permanezca entre la ciudadanía, porque así se muestra el poder del pueblo, útil para que la clase gobernante entienda que no están solos y tienen que responder al bien común, en lugar de exclusivamente para la clase política o gobernante, como fue el caso de la ciclopista.

La destrucción de un tramo de esta emblemática pista por parte de Fonatur fue de inmediato denunciada por los ciudadanos, quienes exigieron y lograron que se restaurara a como estaba.

“Eso es ejercer la democracia”, indicó.

En su perspectiva, ahora están saliendo los verdaderos ciudadanos a expresar su rechazo a las medidas tomadas por el Gobierno Federal, pues anteriormente con todos los saqueos, que no representaban a la mayoría de los mexicanos, se inhibía la participación popular, que ahora ha salido a las calles.

“Por mi parte, sólo queda orar para que las cosas mejoren”, declaró.

 

INSEGURIDAD

Con respecto a la psicosis colectiva vivida en el estado, por los fuertes atentados sufridos por parte del crimen organizado y luego la serie de alertas falsas y escandalosos operativos, monseñor Elizondo opinó que el gobierno cuenta con todos los medios y la información para actuar con inteligencia para detener y prevenir estos ataques. Sin embargo, la existencia de estos hechos demuestra que existe una falta de voluntad política.

“Si no hay voluntad para resolver estos hechos, Cancún y Playa del Carmen quedan en una situación de vida y muerte, porque Quintana Roo depende del turismo y sin esta industria, mucha gente tendrá realmente una situación de crisis muy grave”, aseveró el líder de la Iglesia Católica en el estado.

Por último, recordó que en Colombia se dio la voluntad política y social para terminar con la delincuencia organizada y pidió el apoyo de otros países para salir adelante. En contraste, México no quiere voltear a ver esta problemática que ya rebasó a las autoridades.

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