Que comience el show: Javier Duarte
Por Redacción>Quequi
El ex gobernador veracruzano Javier Duarte de Ochoa, quien se ha convertido en un símbolo de toda una generación de mandatarios del Partido Revolucionario Institucional (PRI) involucrados en escándalos de corrupción, llegó este mediodía al hangar de la PGR en la Ciudad de México luego de ser extraditado de Guatemala, en donde fue detenido por policías locales y por la Interpol.
Duarte será juzgado por varios delitos federales y estatales relacionados con delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, abuso de autoridad, incumplimiento del deber legal, peculado, tráfico de influencias y coalición.
“¡Que comience el show, cámara, acción!”, fueron las palabras que dijo el veracruzano cuando era sacado de la celda que ocupaba en el Penal de Matamoros en Guatemala, previo a su traslado a la Base Aérea Militar, desde donde abandonaría el país.
Después de su corto vuelo y a su arribo a México, Duarte de Ochoa fue notificado de la ejecución de la orden de aprehensión federal correspondiente y que es solicitado en la audiencia de ley para ser puesto a disposición del juez de distrito especializado en el Sistema Penal Acusatorio, del Centro de Justicia Penal Federal en la Ciudad de México, con sede en el Reclusorio Norte.
A las 13:52 de la tarde, el exmandatario fue trasladado dentro de una camioneta blindada tipo suburban al reclusorio, fue escoltado por al menos tres camionetas de la Agencia de Investigación Criminal. Posteriormente, llegó al Reclusorio Norte para su audiencia, donde espera ser juzgado por varios delitos federales y estatales relacionados con delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, abuso de autoridad, incumplimiento del deber legal, peculado, tráfico de influencias y coalición.
Duarte de Ochoa es apenas uno de los ex gobernadores priistas señalados en los últimos años por desvío de recursos públicos, lavado e incluso narcotráfico. Dos de ellos están detenidos en el extranjero esperando extradición. Otro más permanece prófugo en el extranjero.
Duarte espera ser juzgado por varios delitos federales y estatales relacionados con delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, abuso de autoridad, incumplimiento del deber legal, peculado, tráfico de influencias y coalición.
El exgobernador se encontraba recluido en Guatemala desde el pasado abril de 2017 en una cárcel para reos de alto perfil. Sobre él pesan dos solicitudes de extradición: una por delitos de corrupción en Veracruz y la otra por delitos de orden federal de delincuencia organizada y lavado de dinero, según el fiscal de asuntos internacionales de México, Alberto Elías.
Guatemala estaba lista para entregar a Duarte desde el pasado 4 de julio, cuando la justicia local aceptó la segunda orden de extradición, pero México solicitó que fuera entregado este lunes.
Su abogado, Carlos Velásquez, llegó a la Fuerza Aérea para presenciar la entrega del exgobernador. A su llegada dijo que Duarte será ingresado al Reclusorio Norte de la Ciudad de México y que está de buen ánimo “pues espera solventar su situación”.
Javier Duarte gobernó Veracruz del primero de diciembre de 2012 al 12 de octubre de 2016, fecha en que solicitó licencia al cargo.
En ese mes, la Procuraduría General de la República (PGR) obtuvo la orden de captura en el ámbito federal que existe en su contra y que constituyó el mandamiento con el cual se sustentó su detención el pasado 15 de abril en un hotel ubicado en Panajachel, Guatemala, uno de los sitios turísticos más importantes del país, donde se entregó voluntariamente.
En las acusaciones federales (independientes a los cinco cargos en su contra que forman parte de dos procesos en el fuero común a solicitud del gobierno de Veracruz) se le acusa de haber desviado 570 millones de pesos, de recursos tanto federales como estatales destinados a programas de salud y educación. Estos recursos fueron a parar a empresas fachadas; también se le responsabiliza de la adquisición de 21 parcelas en el estado de Campeche, con recursos ilícitos y utilizando prestanombres.
Entre los cargos que la justicia mexicana ha señalado están la malversación de 220 millones de pesos mexicanos durante 2015, adquisición de varios bienes inmuebles a través de testaferros y empresas de cartón provenientes de fondos públicos y uso personal de un helicóptero del estado mexicano cuando ya no era funcionario público.
Duarte ha negado los cargos y ha dicho que las acusaciones son infundadas y que carecen de pruebas.