Psicólogos atenderán a menores afectados

Por Soraya Huitrón 

Quequi  

Asociaciones civiles y dependencias de gobierno trabajan en la firma de convenios con universidades públicas y privadas para brindar atención psicológica a menores quienes sufrieron violencia o problemas emocionales, tras casi año y medio de encierro a causa de la pandemia del Covid-19. 

Sergio Acosta Manzanero, presidente de la Asociación de Padres de Familia en Quintana Roo dijo que también se atenderá a padres de familia, ya que muchos de ellos cayeron en depresión ante la falta de empleo o al verse rebasados tecnológicamente para asistir a sus hijos en las clases a distancia. 

Explicó que tienen acercamiento con algunas universidades, como la UNAM, Anáhuac y algunas del sur del estado, con cuerpos colegiados, para que destinen un grupo de especialistas a la atención de los problemas sociales que muestren alumnos y hasta los mismos docentes. 

Acosta Manzanero dijo que ya cuentan con 30 ó 40 psicólogos o estudiantes en su servicio social, siempre asesorados por sus maestros, para atender a los niños o adultos que necesitarán su atención tanto por el encierro en sí, como por la salida del mismo, con todas sus consecuencias. 

Comentó que al momento han detectado y canalizado a 68 personas con rezago educativo, y con la disponibilidad de concluir su educación básica. 

Respecto al regreso a clases presenciales el presidente de la asociación indicó que tienen que cumplirse cuatro condiciones antes de regresar a las aulas. La primera es que el Semáforo Epidemiológico se encuentre en verde. Segundo es acondicionar la infraestructura educativa, que fue severamente vandalizada. 

El tercero son las adecuaciones sanitarias que incluyen filtros de ingreso a los planteles, a las aulas, delimitación para el avance de los niños para evitar que choquen entre ellos, y en general, contar con burbujas sanitarias para disminuir el riesgo de contagios. 

Mientras que la cuarta condición, es que los padres de familia estén de acuerdo, y en ese punto hay una gran divergencia, pues muchos consideran que los niños ya deben regresar a clases presenciales, pero otros prefieren esperar a que la pandemia esté controlada. 

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