Preserva Carlos Orvañanos las costumbres religiosas
Las festividades en honor a la Señora del Pilar fueron encabezadas por el alcalde.
Por Oskar Mijangos
Cuajimalpa
En medio de un ambiente festivo y de profunda devoción, las y los vecinos de Cuajimalpa se reunieron para celebrar la tradicional Fiesta Patronal en honor a la Virgen del Pilar, evento que resalta no solo la fe de la comunidad, sino también su vasta riqueza cultural. La festividad, celebrada en la icónica «Parroquia de Nuestra Señora del Pilar», fue encabezada por el alcalde Carlos Orvañanos Rea, quien destacó la importancia de preservar estas costumbres como una forma de fortalecer los lazos comunitarios.
«Las tradiciones de nuestros pueblos son un tesoro que nos llena de orgullo y nos une como comunidad», expresó Orvañanos Rea durante la festividad. En un emotivo discurso, el alcalde agradeció la participación de las y los habitantes, quienes con entusiasmo contribuyeron a mantener vivas estas costumbres que, año con año, renuevan el sentido de pertenencia y la identidad cultural de Cuajimalpa.
El evento no solo se limitó a las actividades religiosas, sino que incluyó una serie de expresiones artísticas que fueron desde la música tradicional hasta danzas folclóricas, sumando color y alegría a la festividad. La mezcla de lo religioso y lo cultural en estas celebraciones es lo que, según el alcalde, hace de Cuajimalpa un lugar único.
«Sigamos preservando nuestras costumbres y celebrando», insistió, recordando que cada una de estas fiestas es un puente entre el pasado y el futuro de la comunidad.
En cada rincón del evento se respiraba el orgullo por una herencia que ha perdurado a lo largo del tiempo. Para muchas familias, asistir a la Fiesta Patronal es más que una tradición; es un acto que refuerza los lazos generacionales y el compromiso con las raíces que definen a esta comunidad. Las festividades, dijo Orvañanos, también son una oportunidad para que las nuevas generaciones aprecien el valor de mantener vivas sus costumbres.
Cuajimalpa ha sabido ser un referente en la Ciudad de México por su capacidad de salvaguardar su patrimonio cultural, algo que, en palabras de su alcalde, no debe perderse de vista. «Preservar nuestras tradiciones es esencial para seguir construyendo una comunidad unida», concluyó, invitando a la ciudadanía a involucrarse activamente en el cuidado de sus costumbres.
La celebración de la Virgen del Pilar es, sin duda, un ejemplo claro de cómo la fe y la cultura se entrelazan en Cuajimalpa, consolidando un legado que, lejos de perderse con el tiempo, se renueva con el compromiso de sus habitantes y la visión de sus líderes.