Presenta su defensa ante el Senado
BRASIL
Asegura que no cometió ningún crimen y augura un golpe de estado.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, suspendida de sus funciones desde el pasado mayo, compareció en el Senado para defenderse de las acusaciones que pueden concluir con su destitución, alegando que no cometió ningún crimen y «todos saben que no destiné dinero público del Gobierno en beneficio propio. Estamos a punto de la concreción de un verdadero golpe de Estado».
«El 1 de enero de 2015 asumí mi segundo mandato y asumí el compromiso de defender y cumplir la Constitución. En el poder, asumí el compromiso de mantener, defender y respetar la Constitución», comenzó su discurso la mandataria.
De esta forma, la presidenta suspendida de Brasil, que fue activista política y guerrillera de izquierdas, se refirió también al periodo en el que fue torturada por el régimen militar en la década de 1970 por medio de palizas y descargas eléctricas que le dañaron el útero y la dentadura.
NO LE TEME A LA MUERTE
Asimismo, esta mujer de 68 años de orígenes búlgaros también se refirió al cáncer linfático que superó en 2009 y para el que necesitó quimioterapia.
“Hoy solo temo a la muerte de la democracia por la cual muchos de nosotros en este plenario luchamos”, agregó Rousseff, en una sesión en que estuvo acompañada por su antecesor y ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, ex ministros de su gobierno y artistas.
Primera presidenta en la Historia de Brasil, Rousseff también se refirió desde la tribuna a la “misoginia y preconcepto” que ha sufrido a lo largo de este juicio político, pero dijo que lo que más le preocupa es el daño que su destitución definitiva –que probablemente será votada el miércoles- pueda causar a la democracia brasileña.
“Este es el segundo juicio al que soy sometida en el que la democracia tiene asiento junto conmigo en el banco de los reos. La primera vez fui condenada por un tribunal de excepción”, dijo la mandataria.
“A pesar de las diferencias, sufro de nuevo un sentimiento de injusticia y el recelo de que de nuevo la democracia sea condenada junto conmigo”, añadió la mandataria, que pronunció un discurso de 45 minutos.
Dato: La presidenta suspendida presentó sus argumentos ante los 81 senadores que decidirán su futuro político. Contestará preguntas y luego se hará la votación.
Por Agencias Quequi