Preocupa a la Coparmex la pérdida de empleos en el país

Colaboración será clave para revertir la tendencia.

Por Blanca Silva
Ante la pérdida de empleos que registrara México, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), hizo un llamado a establecer condiciones que detonen el desarrollo del empleo formal, pues el país enfrenta un desafío urgente para impulsar políticas públicas que promuevan la inversión, reduzcan los costos laborales no salariales para las empresas y fortalezcan la formalización del empleo.


El Centro Empresarial Coparmex Quintana Roo consideró que la colaboración entre el Gobierno y el sector privado será clave para revertir la tendencia negativa y construir un mercado laboral dinámico y competitivo.


Aunque en Quintana Roo el panorama es diferente al resto del país, en general el sindicato patronal ve con profunda preocupación la pérdida de 405 mil 259 empleos formales registrada en diciembre pasado, que representa la cifra más alta para dicho mes en la última década.


Aunque reconoce que la disminución tiene un componente estacional, debido a la conclusión de contratos temporales y la menor actividad económica típica de fin de año, señala que la magnitud de la cifra refleja un entorno económico que ha debilitado la generación de puestos de trabajo en todo 2024.


Indica que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reporta que durante 2024 se crearon apenas 213 mil 993 nuevos empleos formales, lo que representa un crecimiento anual de apenas 1.0%, que es también el dato más bajo desde 2020 cuando la pandemia de Covid-19 provocó una contracción del mercado laboral.


Además, indica que la cifra se encuentra muy lejos del promedio de los últimos 10 años, en los que se superaron los 519 mil empleos anuales, con lo cual está muy distante de los 1.2 millones de puestos que se requieren para absorber la demanda laboral de los jóvenes que cada año se incorporan al mercado.


Lo anterior, señala, refleja la falta de incentivos y condiciones adecuadas para que los trabajadores y las empresas migren hacia esquemas formales, limitando así su productividad y su acceso a la seguridad social y otros derechos esenciales.


Apunta que la situación no es un fenómeno aislado sino reflejo de una desaceleración económica que afecta especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes), que enfrentan mayores costos laborales y operativos, junto con una falta de apoyos e incentivos gubernamentales, que limitan su capacidad para sostener o ampliar su plantilla laboral, lo que impacta directamente en la creación de empleos formales.

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