Piden cancelar proyecto hotelero
CANCÚN
Por Redacción > Quequi
Ante el avance en la construcción del hotel Gran Solaris Cancún, ambientalistas preparan de nueva cuenta la artillería para frenar el proyecto, pero ahora en un frente común con diputados, funcionarios y empresarios que están en contra de la sobredensificación del destino, pues las licencias y permisos otorgados para su desarrollo no estarían bien fundamentados y deben ser anulados.
La estrategia se apuntalaría también en el hecho de que la licencia de construcción, otorgada por la anterior administración municipal que encabezó Remberto Estrada, vence el 27 de septiembre, además de que sería apócrifa pues sólo modificaron la fecha y le dejaron el mismo número de folio.
La representante de Guardianes del Manglar Cancún, Katherine Ender Córdova, explicó que la licencia fue otorgada con base en el Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población de Cancún (PDU) 2014-2030, que fue anulado de manera lisa y llana por el Magistrado de la Sala Constitucional y Administrativa del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Quintana Roo.
Por ello, indicó que licencia de construcción, aún actualizada, debe ser anulada, ya que se fundaría con el mismo PDU que está abrogado, pues con fundamento en el artículo 79 de la Ley de Asentamientos Humanos del Estado de Quintana Roo, las licencias, permisos, autorizaciones o concesiones que se expidan en contravención a esta ley, sus reglamentos o programas de desarrollo urbano, serán nulos de pleno derecho.
De esta manera, dejo en claro que las licencias y permisos del Gran Solaris no están bien fundamentados por lo que deben ser buenamente anulados, además de que la licencia de construcción vence el 27 de septiembre y el Ayuntamiento de Benito Juárez está obligado a no ampliar los permisos.
Adelantó que solicitarán también al Presidente Andrés Manuel López Obrador y a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la revocación y nulidad de la concesión, demanda que se extenderá al gobernador del estado Carlos Joaquín González, el Cabildo de Benito Juárez y la Dirección Municipal de Desarrollo Urbano, pues la actual administración municipal tiene en sus manos frenar el proyecto y recuperar los predios para que sean de utilidad pública.
Además, expuso que la barda perimetral del proyecto debería tener un metro y medio de altura de acuerdo a las condicionantes de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), pero tiene una altura mayor, a lo que se suma la prohibición de la extracción de sedimento de los arenales de la duna costera, cuando el predio comprende este ecosistema,
Abundó que la Semarnat dejó en claro que podrá suspender las obras y actividades autorizadas si se llegase a presentar afectación y alteración a los patrones de comportamiento de los recursos bióticos y/o algún tipo de afectación, daño o deterioro sobre elementos abióticos presentes en el predio del proyecto.
Por ello, asevera que tanto la Dirección General de Desarrollo Urbano como la Semarnat, tienen en sus manos la posibilidad de frenar este proyecto, que ha incumplido con lo que ordenan sus autorizaciones y la ley ambiental.
Vendido por el Fonatur
Los permisos para la construcción del nuevo hotel de la cadena Gran Solaris en la zona de playa Delfines en Cancún fueron concebidos en el sexenio estatal 2006-2011, cuando el Fonatur colocó un grupo de cinco lotes; dos de ellos con uso de suelo hotelero, en una superficie de 32 mil 853 metros cuadrados, a varios postores por diferentes cantidades.
La empresa Gran Solaris bardeó parte del principal mirador de Cancún amparada por la Semarnat y su delegada en Quintana Roo, Araceli Gómez Herrera. Fue en junio del año 2017, cuando la Secretaría de medio ambiente y recursos naturales (Semarnat) les otorgó la Manifestación e Impacto Ambiental (MIA). Aun cuando tres años antes, en el 2014, la misma dependencia habría retirado la autorización para la construcción de un hotel. Apuntándose como un conflicto social que se señala como el despojo de una playa pública a los habitantes de Quintana Roo.
Dado a que en el año 2012, fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el Tomo DCCVI número 20, publicado el viernes 27 de julio en el que se destinó al servicio del Municipio de Benito Juárez, la superficie de seis mil 972.73 metros cuadrados de zona federal marítimo terrestre. Concernientes a 5 predios en la manzana 53, lotes 56, 56 H, 56 I y 56 K, Zona Hotelera, localidad de Cancún, Municipio de Benito Juárez, Estado de Quintana Roo, con objeto de que el municipio utilice el espacio para playa pública.
Sin embargo la confabulación de dos presidentes municipales Gregorio Sánchez Martínez y Julián Ricalde Magaña, logró que se otorgaran todos los permisos locales de revisión al impacto ambiental y para la construcción del desarrollo turístico.
La cadena de hoteles Gran Solaris Cancún compró uno de estos cinco lotes ubicados en la Supermanzana 00B, Manzana 53, Lote 52-01, de la Zona Hotelera.
Un predio de 18 mil 844.31 metros cuadrados de área, localizado a un costado de Playa Delfines, que ya comenzaron a desarrollar.
Esta transacción de tierras privilegiadas de mucho valor turístico se hizo cuando John McCarthy Sandall era el director del Fonatur, y gobernaba en Quintana Roo Félix Arturo González Canto; Y Francisco Alor Quezada, era el presidente municipal de Benito Juárez.
Para la construcción del hotel fueron tramitadas diferentes licencias ante las autoridades de diferentes órdenes de gobierno, incluyendo una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), promovida por Villas Solaris S. de R.I. de C.V., que visiblemente es cuestionable.