Pide obispo no convertir al destino en un Acapulco

Por Raimon Rosado

“Para combatir la violencia, que es originada por la corrupción de las autoridades, no basta sólo con crear leyes, sino que deben aplicarse  y cumplirse, lo que muchas veces no ocurre por falta de voluntad política”, señaló el obispo de la Prelatura de Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo, al dar su punto de vista sobre la continuidad de la espiral de violencia que se vive en Cancún, que en esta semana,  acabó con las vidas de una mujer y una pareja, por lo que  exhortó a la comunidad, principalmente a las féminas, a extremar cuidados y crear redes de ayuda, para ser menos vulnerables.

Luego de realizar la misa que cada domingo al medio día se realiza en la Catedral de Cancún, que en esta ocasión se brindó en honor a todos los papás en su día, el máximo representante de la Iglesia Católica en el estado, señaló que “Ya no podemos soportar más, toda la sociedad tiene que poner de su parte para que las autoridades de una vez pongan fin a esta situación. A menos  que queramos convertir a Cancún en otro Acapulco.

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