“Papá … yo quiero ser como tú”
Pbro. Carlos César González Cruz.
Cuando mi hijo nació, yo estaba de viaje. ¡Tenía tantos compromisos! Aprendió a comer cuando menos lo esperaba, y comenzó a hablar cuando yo no estaba. ¡Cómo creció tan rápido mi hijo! ¡Cómo pasa el tiempo!
A medida que crecía, mi hijo me decía:
_ Papá, algún día seré como tú ¿Cuándo regresas a casa, papá? _.
— No lo sé, hijo, pero cuando regrese, jugaremos juntos; ya lo verás. __.
Cuando mi hijo cumplió diez años, me dijo:
_ ¡Gracias por la pelota, papá! ¿Quieres jugar conmigo? . Hoy no hijo; tengo mucho que hacer_.
Está bien papá, será otro día.
Se fue sonriendo, siempre en sus labios las palabras: “Yo quiero ser como tú papá”.
Ya cuando estaba en la Universidad, lo observé detenidamente. ¡Está hecho todo un hombre! Entonces le dije:
Hijo, estoy orgulloso de ti, siéntate y hablemos un poco.
Hoy no papá, tengo compromisos. Por favor, préstame tu auto para visitar a algunos amigos.
Ahora ya estoy jubilado, y mi hijo está casado, vive en otro lugar. Hoy lo llamé:
__ ¡Hola hijo! ¿Cómo estás? ¡Me gustaría tanto verte! – le dije.
— Me encantaría, padre, pero es que no tengo tiempo. Tú sabes, mi trabajo, los niños. Pero gracias por llamar. ¡Fue increíble oír tu voz!
Al colgar el teléfono me di cuenta que mi hijo había llegado a ser como yo …
Al final de todo, todos estaremos en la condición que mostrará cómo fue la relación vivida con los hijos. No hay escuela de padres, no hay capacitación no hay títulos, no hay entrenamiento; tan solo el sentido común que comúnmente no lo usamos. Pidamos a Dios que nos ayude a ser buenos hijos de él, que podamos aprender cómo es su corazón y como nos trata con amor, la manera que nos ayuda y nos perdona; aprendiendo a ser buenos hijos de Dios, podemos ser buenos padres con nuestros hijos.
“El padre de hijos justos tiene motivos para alegrarse. ¡Qué satisfacción es tener hijos sabios!” Proverbios 23:24.
¡Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino llamado vida!