Nuevo Progreso, tierra de nadie

Por Sergio López Lara > Quequi

La colonia Nuevo Progreso, en donde se ubica una sabana que se extiende hasta la laguna de Bacalar, se ha convertido en tierra de nadie, debido a la presencia de gente extraña que porta armas de fuego de grueso calibre, misma que por las noches se transporta en camionetas de lujo.

Con cierto temor, los habitantes aseguran que desde hace más de 20 años llegaron a vivir a esta colonia de manera irregular, debido a que anteriormente eran tierras ejidales; sin embargo, ante la necesidad de una vivienda empezaron a llegar al lugar, personas de escasos recursos económicos, mismas que empezaron a poblarla, sin importar que en temporadas de lluvias y amenazas de huracanes sus endebles casas se inunden por la creciente de las aguas de la sabana que se encuentran en la zona.

Comentan que con el tiempo se les proporcionaron los servicios de energía eléctrica, agua potable, así como la pavimentación de algunas calles, situación que provocó que empezaran a llegar gente extraña al lugar, que instalaron desde talleres mecánicos y bodegas, que en la mayoría del día se encuentran supuestamente abandonadas; sin embargo, también se ha notado que durante las noches existen fuertes movimientos de pequeñas lanchas y vehículos pesados en el lugar con gente fuertemente armada.

Afirman que ante la zozobra de que les pueda suceder algo, la mayoría de los habitantes ha optado por refugiarse en sus hogares y cerrar sus puertas a tempranas horas, para evitar toparse con estas personas, además de los peligros que representan los cocodrilos que habitan en la sabana, mismos que se alimentan de peces, además de perros callejeros y aves de corral que crían algunas familias para su autoconsumo.

Los entrevistados -quienes solicitaron se omitieran sus nombres por temor a represalias-, afirman que esta colonia se ha convertido en tierra sin ley, debido a que se ubica en una zona de difícil acceso con calles sin pavimentar, además de infinidad de terrenos baldíos que sirven como tiraderos clandestinos de todo tipo de basura doméstica, incluso de animales muertos.