Nueva reforma daría seguridad social de trabajadores en plataformas digitales

Cancún, 7 de enero.- Marcos Gutiérrez, experto en defensa tributaria y exdelegado de la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) en Quintana Roo, expuso los retos y beneficios de la reciente reforma enfocada en la regulación laboral de trabajadores de aplicaciones digitales, como conductores y repartidores.


Gutiérrez señaló que la reforma marca un parteaguas para quienes operan en estas plataformas. Mientras que en sus inicios se les veía como autoempleados o trabajadores independientes, hoy miles de ellos dependen de estas actividades como su principal fuente de ingresos.


Según estadísticas, se estima que 272,000 personas a nivel nacional podrían ser incorporadas al sistema de seguridad social. Esto les otorgaría acceso a beneficios como atención médica, vivienda y pensiones, pero también plantea el reto de un sistema que ya está sobrecargado.


Las aplicaciones enfrentan un cambio significativo en su modelo operativo. Originalmente concebidas como intermediarios tecnológicos, ahora se les equipara con empleadores al tener que garantizar derechos laborales a los trabajadores que alcancen un ingreso mensual mínimo de $8,400. Esto incluye el pago de seguridad social y cumplimiento de normas de transparencia en tiempos de conexión y gestión de conflictos laborales, entre otros.


En entrevista con Radio Fórmula, destacó que, aunque la reforma representa un avance en la conquista de derechos laborales, su implementación enfrenta serios desafíos. Incorporar a miles de nuevos beneficiarios a un sistema ya saturado puede generar dificultades tanto para los trabajadores como para las empresas.


Además, el tema del reparto de utilidades podría ser problemático debido a que muchas plataformas digitales no tributan formalmente en México.


La reforma también establece criterios novedosos, como la obligación de las empresas de crear mecanismos independientes para resolver conflictos, y plantea una estructura de horarios de trabajo más flexible, con periodos de seis horas y descansos intermedios.


Para Gutiérrez, el verdadero desafío será garantizar la correcta aplicación de la reforma.


«Aunque el marco legal es claro, la realidad operativa podría complicar la materialización de estos derechos», indicó, haciendo referencia al esquema piloto que se implementó previamente con trabajadoras del hogar, el cual aún enfrenta problemas de informalidad.


El experto concluyó que, aunque la reforma es un paso positivo, su éxito dependerá de la capacidad del gobierno, las empresas y los trabajadores para adaptarse a estas nuevas disposiciones.


Esta regulación, según Gutiérrez, será crucial para estados como Quintana Roo, donde una proporción significativa de la población trabaja en aplicaciones digitales. Sin embargo, aún queda mucho por definir en los lineamientos específicos que dictarán cómo operará este modelo en la práctica.

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