
Noboa y González a segunda vuelta
Se viven las elecciones más cerradas en toda la historia política del país ecuatoriano.
Ecuador
Por Agencias
En una jornada electoral histórica, Ecuador vivió una de las elecciones más reñidas de los últimos años. Con menos de un punto de diferencia, los dos finalistas que se enfrentarán en segunda vuelta el próximo 13 de abril son Luisa González, de la Revolución Ciudadana (RC), y el actual presidente Daniel Noboa, de Acción Democrática Nacional (ADN).
El Consejo Nacional Electoral (CNE) mantuvo el hermetismo durante toda la jornada, a pesar de que la votación cerró a las 17:00 horas. No fue sino hasta las 22:30 cuando Diana Atamaint, presidenta del organismo, confirmó oficialmente el pase a segunda vuelta de Noboa y González.
Antes de ello, la incertidumbre dominó el ambiente, con versiones encontradas entre los actores políticos y medios de comunicación. Mientras una encuestadora a boca de urna aseguraba que Noboa había ganado en primera vuelta con el 50% de los votos, la realidad del conteo oficial desmentía esa versión.
Luisa González no tardó en celebrar el resultado y en llamar a la unidad. En un discurso ante sus simpatizantes, destacó que su partido había logrado la mayor votación de la Revolución Ciudadana en la última década.
Consciente de la importancia de sumar aliados, extendió la mano al excandidato Leonidas Iza, de Pachakutik, quien obtuvo el 4.89% de los votos, invitándolo a construir una agenda común que atienda la violencia, la migración y el desempleo.
El oficialismo, en cambio, optó por el silencio. A pesar de haber preparado una celebración con artistas y una caravana en Quito, los simpatizantes de Noboa se encontraron con una realidad distinta a la esperada.
Sin declaraciones oficiales ni festejos, los ministros y candidatos del gobierno salieron discretamente del hotel donde se encontraban, evitando a la prensa. Y es que, desde el jueves pasado, el discurso del voto útil promovido por medios afines daba por sentado un triunfo en primera vuelta, lo que resultó ser un error de cálculo político.
Otro elemento que marcó la jornada fue la debacle de los partidos tradicionales. Tanto el Partido Social Cristiano como la Izquierda Democrática quedaron prácticamente fuera del mapa político. Henry Kronfle y Carlos Rabascall no alcanzaron ni el 1% de los votos, reflejando el desinterés de la ciudadanía por las estructuras políticas del pasado.