No superó su adicción
Joven que murió baleado había recién salido de un centro de integración.
El joven que perdió la vida a manos de un policía-bombero, acababa de salir de un centro de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos, y al parecer tuvo una recaída que lo mantenía en los últimos días en constante conflicto con su padre, un exconvicto, con quien tuvo una riña el día que fue baleado.
El joven G.G.Y. fue sepultado ayer a primera hora, en el panteón de Leona Vicario, por amigos y familiares en un modesto y discreto funeral.
Era la segunda vez que ingresaba a un centro de rehabilitación, pues era adicto a la mariguana y en ocasiones inhalaba thinner, razón por la cual su madre había solicitado ayuda para ingresarlo al Centro de Integración para Adictos y Alcoholicos (CIDA), ubicado a la entrada del poblado.
El día de los trágicos hechos reñía con su padre, a quien agredía con palo y machete, por lo que su progenitora pidió el auxilio de los elementos policiacos, con los lamentables hechos que acabaron con su vida.
Por Guillermo Olán > Quequi
Foto: Guillermo Olán > Quequi