No puede la Policía
Vecinos de la colonia La Gloria y Cañotal, denunciaron en las redes sociales la ola de robos que se suscitan durante las noches en el andador de la Salina Grande, donde ahora, los delincuentes están armados con pistolas para amagar a sus víctimas.
Los vecinos externaron su preocupación ante la inseguridad que se vive en la actualidad en la ínsula; además han exigido una mayor presencia policiaca por las diversas colonias, ya que las casas son botín constante de la delincuencia y no hay forma de detener a los ladrones que deben ser habitantes de la propia isla.
Apenas la semana pasada la denuncia de un atraco se difundió en las redes sociales, a lo que otros isleños se han sumado para expresar que también han sido víctimas.
Decenas de padres de familia dejaron expusieron que el problema se registra por la falta de vigilancia en varias colonias populares, en donde los robos se han incrementado.
El problema por la falta de vigilancia en el andador de la Salina Grande, abarca a cuatro colonias: Miraflores, Cañotal, La Gloria y Ampliación La Gloria.
Según los vecinos, los casos de robo se están registrando por las noches, cuando prácticamente no hay nadie en la zona del andador, y son trabajadores nocturnos las principales víctimas del hampa.
La denuncia gira en torno al robo de pertenencias a manos de algunos sujetos, quienes con pistola en mano y cuchillos amagan a sus víctimas sin que puedan ser auxiliados, a pesar de que existe una caseta policiaca cerca del lugar.
Explicaron que hasta hace unos años, los isleños podían dormir con las puertas abiertas, pero ahora el problema es alarmante, y no solo tienen que mantener mayor vigilancia, sino que algunos se han visto obligados a instalar cámaras de seguridad.
Además, los padres están preocupados por la seguridad de sus hijas, quienes al salir de las escuelas son víctimas de acoso y robos, sumado a que varias féminas han dejado de ejercitarse en las calles, después de las 6 de la tarde.
En caso específico, habitantes de la colonia La Gloria han denunciado que hay un grupo de jóvenes, entre ellos menores de edad, quienes se reúnen todas la tardes para quemarle las “patas al diablo”, sin que la policía haga algo sobre el tema. (Por Carlos Gasca > Quequi )