Niño cambia sus juguetes por comida y rompe en llanto
Agencia
Un pequeño colocó sus juguetes en el piso, en una transitada esquina de la colonia Roma, para intercambiarlos por despensa; la ayuda se desbordó
En avenida Cuauhtémoc, en la colonia Roma, este viernes Luis Ángel, de 11 años, colocó sus juguetes en el piso, acompañados con una leyenda, en un intento por intercambiarlos por despensa.
El pequeño rompió en llanto cuando tuvo que dejar ir sus juguetes favoritos, e incluso se sentó en el piso para no verlos irse.
Al paso de las horas, apostado en las calles de Frontera y Cuauhtémoc, el menor llamó la atención de los transeúntes, y algunos de ellos le ofrecieron dinero en efectivo.
Ante la crisis que genera la pandemia, este niño logró -ya entrada la tarde- que la ayuda se desbordara y pudo así abastecerse de alimentos en una tienda.
Ante la crisis económica que ha dejado la pandemia de coronavirus en el Valle de México, la falta de oportunidades, el cierre de negocios y la pérdida empleos, obligaron a Luis Ángel, un niño de 11 años a cambiar sus juguetes por despensa o alimentos.
Luis Ángel:
«No teníamos para comer y le dije a mi mamá que nos fuéramos a cambiar y así»
–¿Los juguetes ?
–Me los trajeron Los Reyes y en mis cumpleaños. Unas que otras personas sí me ayudan
–Qué te traen
–Despensa, arroz, frijol, huevo, aceite, atún… nada más
Desde hace tres semanas se desplaza desde su casa ubicada en Los Reyes, La Paz, en el estado de México, hasta la calle de Frontera y avenida Cuauhtémoc, en la colonia Roma.
Ahí en la banqueta intercambia sus cochecitos metálicos, caballos de plástico, dinosaurios y muñecos de acción, por algo de alimento.
Luis Ángel tiene 11 años de edad, cursa el quinto año de primaria, dice que no tiene amigos, el juega solo con sus juguetes, inventa sus historias y dialoga con sus muñecos.
–¿Cuáles son los juguetes que más valoras ?
–Ya no están…
–Ya se los llevaron ?
–Si
–¿Y ahorita con quién juegas?
–Con mi koku y mi dios de la destruccion.
Pero esta alegría de jugar con estos dos muñecos de acción de duraría tan solo unos minutos.
Con las lágrimas en los ojos Luis Ángel tuvo que entregarlos a quien en ese momento le otorgaba una ayuda económica.
María Luisa Torres, donante:
«Estamos pasando una situación muy difícil, unos más, unos menos. Para mí es muy conmovedor un niño que tiene que vender sus juguetes y como me dijo sus tesoros más preciados para poder sustentarse; son momentos muy duros y es que hay que solidarizarnos todos. Si sé que estos juguetes son amorosos pero por lo pronto para mí es algo muy importante para tenerlos estos van a mi casa. Quisiera Hacer algo más por Luis Ángel.
Luis ángel es un excelente estudiante con un promedio muy elevado de aprovechamiento escolar
–¿Y cómo vas a la escuela?
–Muy bien sacó 9.8 de calificación
–¿Qué te dice tu maestra?
–Qué voy muy bien así si puedo llegar a ser militar y así si puedo llegar a ser militar
Ese es su sueño: pertenecer a las fuerzas armadas para poder ayudar a las personas. Ocupar un puesto en el agrupamiento motorizado del Ejército Mexicano.
Hoy la vida le puso este reto, el cual enfrenta con momentos de tristeza y otros de alegría, la satisfacción de poder ayudar a su madre y para llevar un pan a su mesa.
Susana Martinez, madre de Luis:
«A Luis Ángel se le ocurrió la idea. Primero vine a buscar trabajo vine a unas oficinas y no había y en la tarde me dijo, qué crees mamá, tengo la idea de sacar mis juguetes, los vendemos o cambiamos. Los estaba vendiendo y nada hasta que puso el letrero qué dijo cambio juguetes por despensa fue la idea de mi hijo, gracias por él”.