Nacen Presos
En tres cárceles de Quintana Roo, además de centenares de reos y de decenas de mujeres presas, también habitan ocho menores, sin garantías de atención, de que se cuide su bienestar físico, posibilidades de sano esparcimiento o alimentación; ello, porque no están contemplados por autoridad alguna, que los vigile o asigne un presupuesto para su cuidado.
De acuerdo a la solicitud de información realizada por el portal noticiero “Unión Cancún” y respondido por Meseu Clemente Handall, coordinadora general de Transparencia y Acceso a la Información de la Secretaría de la Gestión Pública, actualmente viven cuatro infantes con sus mamás en la cárcel de Cancún, tres más en el Cereso de Chetumal y un bebé en la prisión de Cozumel.
Existen además tres mujeres actualmente embarazadas en la Cárcel de Cancún y una más en la de Chetumal, por lo que posiblemente esta población infantil aumente en el futuro cercano.
Se informa, asimismo, que en los últimos tres años se han dado siete nacimientos en la Cárcel de Cancún, nueve en la de Chetumal y uno en la de Cozumel (la rea que todavía vive con su criatura).
Es de destacar que en los centros penitenciarios de la entidad, se permite que las madres que así lo decidan, puedan vivir con sus pequeños hasta los tres años. Muchas optan por entregar sus criaturas a familiares, pero otras deciden criarlos, pese a que están inmersas en un ambiente nada propicio para menores, debido a las carencias en alimentación, hacinamiento, maltratos y “autogobierno”, entre otros males.
De acuerdo al informe sobre reclusas en México de 2015, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y basado en visitas a 51 reclusorios del país (incluidos los de Cancún y Chetumal), se detectaron diversas irregularidades que ponen en peligro la integridad de las reas, y con mayor razón la de sus infantes.
En ninguna cárcel del estado existe un protocolo o manual para la atención de reclusas y sus hijos, no hay presupuesto alguno para la atención de los pequeños, no tienen guarderías o áreas especiales.
Los servicios médicos son enfocados en los hombres, aunque también son compartidos por las mujeres, “sin tener alguna atención médica especializada para los padecimientos propios de las mujeres, o los menores que viven con ellas, quienes en el mejor de los casos son atendidos por médicos generales, cuando lo requieren”.
En el caso de Cancún, se detectó que las propias reas son quienes se encargan de la vigilancia y repartición de alimento, lo que significa que un grupo “líder” domina a las demás, situación que también se extiende a los infantes.
De los cuatro niños que habitan en el lugar, tres tienen a sus papás fuera de la cárcel, en tanto que el otro es también recluso. De las tres embarazadas, una tiene ocho meses de gestación. Los partos, cabe mencionar, son atendidos en el Hospital General.
«Prefiero tener a mi bebé conmigo y no vivir atormentada pensando cómo vivirá, si lo alimentan bien. Es horrible tan sólo pensarlo», comentó una de las reclusas, quien decidió guardar el anonimato.
Sin embargo, al cumplir los niños tres años, deben ser entregados forzosamente a algún familiar, de lo contrario quedarán bajo tutela del DIF municipal, instancia que se preocupa de traerlos de visita los fines de semana.
En Chetumal, son 16 los menores que están en esta situación, habitantes de la casa filtro del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en donde se les da alimentación, vestimenta y un lugar para dormir.
Esta cifra es pequeña en comparación al número de menores que son traídos por familiares a la cárcel, aunque su número no se sabe con certeza, ya que algunos son traídos muy ocasionalmente.
En Cozumel, nada más una rea vive con su bebé, nacido tras las rejas. Se trata de una de las mujeres capturadas por el asalto realizado a Diamond’s International, el 12 de marzo de 2013.
De acuerdo a la CNDH: Es importante recordar que cuando el Estado priva de la libertad a una persona, se coloca en una posición de garante de sus derechos y en especial de su integridad, por lo que está obligado a adoptar las medidas necesarias para tal efecto.
No es la situación de los menores, que aunque no están privados de su libertad, en los hechos nacen presos, debido al derecho y decisión de su madre de criarlos.
Por Juan Manuel Trinidad y Mayra Cervera > Quequi