
Murió en Lima el Nobel Mario Vargas Llosa
Por Redacción > Quequi
Perú. En Lima, la ciudad que lo vio nacer y a la que volvió tras décadas en Europa, Mario Vargas Llosa cerró el último capítulo de su vida este domingo 13 de abril. A los 89 años, el narrador, ensayista y polemista peruano murió rodeado de su familia, tal como él lo quiso, sin cámaras, sin homenajes públicos, con la única compañía de sus seres queridos y el murmullo íntimo de su legado literario.
Fue su hijo quien, a través de un comunicado, confirmó la noticia que estremeció a la comunidad cultural internacional. El autor de La ciudad y los perros y Las travesuras de la niña mala será incinerado en privado, sin ceremonia pública, en cumplimiento de sus deseos. La familia agradeció las muestras de cariño y pidió respeto y privacidad durante el duelo.
Vargas Llosa, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2010 por su “cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia”, marcó una época en las letras hispanoamericanas. Desde sus primeras novelas hasta sus últimas reflexiones, exploró la libertad, el autoritarismo, el amor y el desencanto con una prosa aguda y poderosa que dividía pero nunca dejaba indiferente.
Desde 2019 enfrentaba problemas de movilidad, y entre 2022 y 2023 fue hospitalizado en Madrid por dos episodios de Covid-19. Aunque salió adelante, su salud ya estaba quebrantada. Aun así, su pluma no se detuvo: en sus últimos años escribió Le dedico mi silencio, una novela que reafirmó su obsesión por el Perú y su pasión por las ideas.
El mundo lo recordará por su estilo impecable, su voz crítica, y su capacidad de incomodar al poder —desde dictaduras militares hasta gobiernos populistas— sin importar su color. Aunque nunca conoció en persona al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, dejó claro que sí conocía sus ideas… y no le gustaban. Así era Vargas Llosa: irreverente, lúcido, comprometido hasta el último suspiro.