Mujer de la tercera edad pierde su dinero tras ser estafada por falsa empleada del Programa de Bienestar

José María Morelos.- Una vecina de la colonia San Juan, en José María Morelos, fue víctima de una estafa por parte de una persona que se hacía pasar por trabajadora del Programa de Bienestar del Gobierno Federal. Doña Juana Bautista Ortiz Angulo, de la tercera edad, perdió el total de su pensión, al igual que los beneficios correspondientes a su esposo y su hijo discapacitado.


El incidente ocurrió cuando una mujer vestida con chaleco y logotipos oficiales del gobierno llegó a la vivienda de la afectada, asegurando que estaba «levantando datos de las tarjetas» de los beneficiarios para la supuesta entrega de despensas. La estafadora, con un discurso firme y convincente, solicitó los documentos y números de folio de las tarjetas de Bienestar de Doña Juana, su esposo y su hijo.


Confiando en la apariencia oficial de la mujer, la víctima proporcionó la información solicitada. Según lo narrado por Doña Juana, la estafadora aseguró que recibirían una despensa, pero al acudir a retirar el dinero depositado en su tarjeta, descubrió que la cuenta estaba vacía. Tras investigar con ayuda de su hija, se confirmó que el dinero había sido retirado en una sucursal de Banamex, sin que la familia lo hubiese autorizado.


Este caso no es aislado, ya que en los últimos días se han reportado incidentes similares en diferentes partes del estado, donde personas vulnerables, principalmente adultos mayores, han sido engañados por falsos empleados del Programa de Bienestar. Las autoridades locales y federales han sido advertidas sobre esta situación, pero hasta el momento no han tomado acciones concretas para prevenir este tipo de fraudes.


La falta de protección adecuada a los beneficiarios del Programa de Bienestar, en particular a los adultos mayores, pone en evidencia una preocupante falla en los mecanismos de seguridad de los programas sociales. Esta estafa no solo deja a las víctimas sin recursos, sino que resalta la urgencia de implementar medidas más estrictas para verificar la identidad de quienes manejan información tan sensible.


Este caso es un recordatorio de la necesidad de mayor vigilancia y responsabilidad por parte de las autoridades para proteger a los sectores más vulnerables, quienes confían en programas gubernamentales para su subsistencia diaria.

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