Muestra el músculo de la 4T; tras encabezar la marcha, el presidente AMLO destaca que México es santuario de las libertades

Por Redacción 

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, caminó ayer durante más de cinco horas entre centenares de miles de personas que a mostrarle su apoyo y a escuchar su informe, tras cumplir cuatro años en el gobierno. “Amor con amor se paga”, dijo al iniciar su discurso.

De acuerdo con la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México, la marcha de ayer concentró a más de 750 mil asistentes. Así también, se calcularon 70 mil asistentes en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México.

Sin dar apenas muestras de cansancio a pesar de una larga caminata desde el emblemático Ángel de la Independencia hasta el Zócalo, donde se ubica el Palacio Nacional, López Obrador se subió a un escenario instalado para la ocasión a las 15 horas -aunque estaba planeado que iniciase a las 11 horas y enumeró, durante más de una hora y media, los logros de su gobierno, que inició el 1 de diciembre de 2018.

“Me da mucho gusto estar con ustedes”, empezó el mandatario, quien sin ni siquiera tomarse unos minutos para beber agua después de haberse dado un baño de masas, inició su discurso destacando la presencia de jóvenes en la multitudinaria jornada y recordó a quienes ya no están.

“Me llamó mucho la atención y me hizo muy feliz que la mayoría de los que participaron en la marcha son jóvenes, hay relevo generacional”, expuso con una amplia sonrisa.

También quiso dedicar el día a “los que fueron precursores”. “Van a seguir estando con nosotros siempre. Cierran los ojos pero se quedan velando, y deben de estar muy felices, les dedicamos este acto”, sentenció.

Junto a López Obrador marcharon los denominados “corcholatas”, los favoritos de los presentados por el presidente como candidatos para relevarlo de cara a las elecciones de 2024. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.

Acompañado también de otros miembros de su gabinete, el mandatario saludó en el camino a muchas de las personas que se acercaron a él, aunque muchos de los asistentes no tuvieron la oportunidad de aproximarse e incluso se suscitaron momentos de tensión.

“Estamos apoyando a López Obrador. Es la primera vez desde la conquista que la izquierda está en el poder, eso lo tenemos que celebrar y tenemos que celebrar todos los cambios que está haciendo el presidente, porque le dejaron el país destrozado”, compartió Priscila Rodríguez, una mujer de 75 años de la Ciudad de México, quien recordó que la jornada estaba siendo “una fiesta” para muchos.

“Este pueblo se está transformando políticamente, el poder ya no está en la cúpula empresarial, el poder queremos que esté en el pueblo, hoy está marchando el verdadero pueblo, no los ‘zombies’ que marcharon el 13 de noviembre, nosotros somos un pueblo informado”, consideró otra mujer, Lorena, contadora de la capital mexicana.

Las miles de personas que acudieron a acompañar a López Obrador no fueron obligadas, sino que llegaron por su cuenta y por su “propio pie”, a pesar de las múltiples acusaciones en los últimos días sobre los “acarreados”, personas que, dice la oposición, llegaron a la marcha pagadas por el oficialismo.

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