Misión Evangélica: Volver a empezar

La parábola de la higuera sin fruto Luc. 13:6-9

Jesús les contó esta parábola: __Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, y fue a ver si daba higos, pero no encontró ninguno. Así que le dijo al hombre que cuidaba el viñedo: “Mira, por tres años seguidos he venido a esta higuera en busca de fruto, pero nunca lo encuentro. Córtala, pues; ¿para qué ha de ocupar terreno inútilmente?” Pero el que cuidaba el terreno le contestó: “Señor, déjala todavía este año; voy a aflojarle la tierra y a echarle abono. Con eso tal vez dará fruto; y si no, ya la cortarás.” __

Somos de los afortunados que sobrevivieron al Covid. Afortunados en ver el final del año 2022. Cualquiera que sea nuestra situación y condición, estamos en el umbral de un nuevo año. festejemos pues la entrada del año nuevo, sea con un brindis, con una copa de vino, con un abrazo, con una felicitación, etc., quien llega a un nuevo año, recibe por gracia el comienzo de un nuevo tiempo.

__ “Año nuevo, vida nueva” __ dicen algunos. Otros tienen nuevos propósitos, unos más, se reconcilian y hacen las paces con sus seres queridos con quienes se distanciaron.

La parábola de la higuera sin fruto nos deja una gran enseñanza para pensar y meditar. Jesús la usó para ilustrar los principios del justo juicio de Dios.

• El Hombre sembró una higuera, naturalmente esperaba que diera fruto.

• A su tiempo, vino a buscar los frutos.

• __Hace tres años que vengo a buscar fruto__ Tuvo paciencia.

Dios busca frutos. Los frutos de nuestra vida, muestran qué tipo de persona somos. Años van, años vienen, Dios visita a los seres humanos, todos hemos sido bendecidos con la gracia común, un nuevo año, la lluvia, el sol, el trabajo, los alimentos, la salud, la paz, la vida misma, etc.

Dios tiene un cuidado especial para nosotros. Cuando Dios muestra un cuidado especial por alguien, ese alguien puede sentirse como si Dios lo está nutriendo y preparando para que dé frutos. __Déjala todavía este año; voy a aflojarle la tierra y a echarle abono. Con eso tal vez dará fruto; y si no, ya la cortarás.” Puede ser la última oportunidad para algunos que aún no están dando los frutos esperados.

“Hay un tiempo para talar árboles sin fruto, y hay una temporada señalada para talar y echar al fuego al inútil pecador”.

La inutilidad da paso al desastre. Dios da segundas oportunidades y hay una última oportunidad. Cuando la Gracia se acaba viene la desgracia.

Ustedes darán honra a mi Padre dando mucho fruto y así demostrarán que son mis seguidores Jn. 15:8 Dijo Jesucristo.

¡Bendiciones amigos y hermanos del buen camino de Dios! SJ. Carlos César González Cruz.

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