
Misión Evangélica: Suerte y fe
_ Lo pondré en las manos de Dios. Él lo solucionará _
Me encuentro a menudo con este tipo de personas. No sé si tienen mucha fe o pocas ganas de resolver sus asuntos. Que Dios arregle sus cosas; que corrija lo que no pueden o lo que no quieren hacer. ¿Hasta dónde es su deber de ellos? ¿Cuándo podemos dejar las cosas en las manos de Dios?
_¡Suerte que tiene el flojo! _ Me dijo mi tío que me pidió ir a fumigar su plantación en el campo. De momento se soltó la lluvia, ya no pudimos ir a trabajar.
Un golpe de suerte cambia la vida del pobre haciéndolo rico.
«El marrano más feo se lleva la mejor mazorca» dice mi compadre Walter cuando ve una mujer bonita casada con un hombre feo.
La suerte y la fe pudieron estar presentes ahi. Dios puede compensar la fe del que pide su pareja. Pero,¿Castiga al otro con ello? ¿A caso la buena suerte de uno, es la mala suerte del otro?
«Con la fe no se puede hacer mucho, y nada sin ella», me decía mi madrina; «Si estás preocupado, ¡Ora a Dios! Si ya oraste, ¿De qué te preocupas?» Parece sencillo.
_Me gustaría tener mucha fe, o mucha suerte. ¡No pido más! _ Le dije al compadre Walter.
_¡Dios mío, no te pido que me quites lo feo; solo que me hagas rico, lo feo me lo quito yo con la riquez que me des!. Dijo riendo.
» Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.» Hebreos 11:6.
¡Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino!
- Carlos César González Cruz