Misión Evangélica: «Respeto y Tolerancia»
El mundo en que vivimos puede parecernos muy pequeño por la lucha que enfrentamos por el poder, por la obtención del dinero, por espacios, por la imposición de criterios, por ser mas, etc. Esto nos lleva a vivir en un conflicto constante.
La gran generalidad, la maravillosa diversidad en este gran mosaico nos puede confrontar para estar unos contra otros y destruirnos, sin embargo, somos también llamados a la civilización para entender que debemos ser tolerantes y respetuosos. Es mejor tener amigos que enemigos, amigos de verdad, y quererlos como dijo Fernando Pessoa:
Así quiero a mis amigos. (Fernando Pessoa)
“Mis amigos son todos así: Mitad locura, otra mitad santidad. No los escojo por la piel sino por la pupila, que ha de tener un brillo cuestionador y una tonalidad inquietante.
Escojo a mis amigos por la cara lavada y el alma expuesta. No quiero sólo el hombro o el regazo, quiero también su mayor alegría.
El amigo que no sabe reír conmigo, no sabe sufrir conmigo. Mis amigos son todos así: Mitad bromas, mitad seriedad. No quiero risas previsibles, ni llantos piadosos. Quiero amigos serios de esos que hacen de la realidad su fuente de aprendizaje, pero que luchan para que la fantasía no desaparezca.
No quiero amigos adultos ni comunes. Los quiero mitad infancia y mitad vejez. Niños para que no se olviden del valor del viento en el rostro, y ancianos para que nunca tengan prisa.
Tengo amigos para saber mejor quién soy yo, pues viéndolos locos, bromistas y serios, niños y ancianos nunca me olvidaré de que la normalidad es una ilusión estéril.”
El respeto y la tolerancia son dos importantísimos valores operativos en todos los seres humanos. No perdamos amistades, amigos y familiares por pensar, opinar y ser diferentes; valoremos su individualidad con empatía y aceptación.
Cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles, cuando alguien muere, muere algo de nosotros que nunca volveremos a tener.
Sean humildes y amables; tengan paciencia y sopórtense unos a otros con amor.
Efesios 4:2
¡Bendiciones amigos y hermanos del camino, del buen camino de Dios!
Pbro. Carlos César González Cruz.