Misión Evangélica: Los voceros de Dios

Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.

Salmos 19:1

Dios es muy bueno con todas sus criaturas. susurra su amor al oído, canta apasionado, como la madre tiernamente arrulla a su hijo. Todos lo hemos visto, lo hemos experimentado en todas las bendiciones recibidas.

Dice Santiago 1:17, » «Todo lo bueno que hemos recibido, todo don perfecto que viene de arriba es de Dios, del Padre creador de los astros del cielo, en quien nunca hay cambio ni sombra».

Son pocos los que se detienen para decirle «gracias»; para elevar una oración que muestre su agradecimiento.

¿Cómo te sentirías tú con un hijo ingrato, arrogante, soberbio? ¿Cómo le hablarías?

Muchas veces gritamos enérgicamente, damos un golpe sobre la mesa, fruncimos la frente. ¡Estamos llamando la atención, queremos que escuchen, que se detenga en su carrera a la maldad!

Pues Dios nos grita en los problemas, en lo trágico, en las enfermedades y nos hace pensar.

¿Has visto la actitud de la gente ante los siniestros  o ante los fenómenos naturales?

Dios está gritando.

Todos oímos la voz de Dios en la pandemia; la oímos en los sismos, los  huracanes, los maremotos y en toda aflicción que vivimos.

¿Qué actitud hay ahora después de la pandemia? ¿Que actitud hay cuando han pasado nuestras aflicciones?

Hay un antes, un durante y un después en esos tiempos. Un olvidó de Dios, un acto de cotrición en el cual nos arrepentimos por la maldad que cometimos al olvidarnos de Dios y la promesa de componer nuestra vida; pero al pasar todo, volvemos al olvido.

Dios tiene sus voceros: Un nuevo día, un año más de vida, conclusión de estudios, salir del hospital, superar un problema, un buen empleo y tantas formas y maneras de ver y oír su apasionado amor. Lamentablemente mucha gente viendo no ve, oyendo no oye.

Dios usa otros voceros que también llevan su voz: Nuestra conciencia, la Biblia y mucha gente que habla de Él.

¡Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino de Dios! Ps. Carlos César González Cruz.

No hay comentarios