Misión Evangélica: «Las vacas no dan leche»

La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él. Proverbios 22:15.

Ser padre no es tan difícil como ser buen padre. Ser buen padre no es ser permisivo con todo lo que los hijos quieran hacer. Más, cuando estos son pequeños. El proverbio mencionado, nos enseña que es parte de la naturaleza la obstinación del corazón de los niños y jóvenes, pero toca a los buenos padres, FORMAR la vida de los chicos. Sirva pues la siguiente anécdota:

Un campesino acostumbraba a decirles a sus hijos cuando eran niños:

—Cuando tengan 12 años les contaré el secreto de la vida.

Cuando el más grande cumplió los 12 años, le preguntó ansiosamente a su padre cuál era el secreto de la vida, el padre le respondió que se lo iba a decir, pero que no debía revelárselo a sus hermanos.

—El secreto de la vida es este: La vaca no da leche.

—¿Qué dices?, preguntó incrédulo el muchacho.

—Tal cual lo escuchas, hijo: La vaca no da leche, hay que ordeñarla. Tienes que levantarte a las 4 de la mañana, ir al campo, caminar por el corral lleno de excremento, atar la cola y las patas de la vaca, sentarte en el banquito, colocar el balde y hacer los movimientos adecuados. Ese es el secreto de la vida, la vaca no da leche. La ordeñas o no tienes leche.

Hay una generación que piensa que las vacas DAN leche. Que las cosas son automáticas y gratis: deseo, pido, y obtengo. Quienes piensan que “las vacas dan la leche», piensan que las cosas que desean son automáticas y gratuitas. No, la vida no es cuestión de desear, pedir y obtener. Las cosas que uno recibe son el esfuerzo de lo que uno hace. La felicidad es el resultado del esfuerzo. La ausencia de esfuerzo, genera frustración.

Así que, recuerden compartir con sus hijos, desde pequeños, este secreto de la vida. Para que no crean que el gobierno, o sus padres, o sus lindas caritas van a darles todo, cual vaca lechera. NO. «Las vacas no dan leche. Hay que trabajar por ella»

Los viejos de antes decían: “Si quieres que tu hijo sea rico, hazlo vivir como pobre; si quieres que sea pobre, hazlo vivir como rico” Gran verdad tiene todo esto. Ser buen padre, puede llevarte a que tus hijos te vean como mal padre, pero es tu rol de buen padre que te obliga a usar “la vara de la disciplina y “Formar tus hijos”. 

¡Bendiciones amigos y hermanos del buen camino de Dios! Pbro. Carlos César González Cruz!

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