Misión Evangélica: La sordera selectiva

La sordera selectiva es muy común en los niños quienes no hacen caso a mamá por estar entretenidos en lo que ellos quieren. Pasa también con personas drogadictas u otra adición las cuales ya no escuchan buenas razones. Puedes hablar seriamente con ellas, hacerles entender y tal pareciera que te entendieron, sin embargo, no, pues simplemente escuchan lo que quieren.

Hay quienes tienen la capacidad de hacer oídos sordos cuando no les interesa lo que se les dice, aplica esto a la contaminación, el sobrecalentamiento global, el hambre y tantas enfermedades surgidas en el mundo. El deterioro del tejido social ya es un “pecado grave”.

Cuando estamos obsesionados con el poder, en los diversos rostros que tiene, nos olvidamos del bien común. El deterioro del mundo y el crecimiento de la corrupción no es culpa solamente de los que nos gobiernan, ni solamente de ellos la solución. La “Maldad” puede estar agazapada en nosotros esperando una oportunidad para mostrarse. No hacer caso a lo que Dios nos manda hacer como personas humanas, bien puede ser “sordera selectiva”.

Podemos ver la maldad que otros hacen sin hacer caso al deber ciudadano. Un claro ejemplo es quejarse del agente de tránsito que nos extorsionó por no traer licencia, ir a exceso de velocidad o pasarte un semáforo en rojo, pero la pregunta es, ¿Por qué no traes licencia? ¿Por qué excedes los límites? ¿Por qué no respetaste el semáforo? Hacer caso a las leyes y más aun a lo que Dios nos manda es mejor. No obedecer tiene sus consecuencias.

Podríamos mencionar tantos ejemplos, sin embargo, solo podemos subrayar en el deber humano que toca a cada uno. Evitemos que los mares y ríos se contaminen; eduquemos para dejar un legado de personas respetuosas de la naturaleza, la ecología. Personas más humanas, sensibles e interesadas a cambiar el entorno social. Leí lo siguiente: “La escuela volverá a ser el segundo hogar, cuando la familia vuelva a ser la primera escuela”; y claro está, que los malos padres de hoy e irresponsables con los hijos, tendrán en su vejez, malos e irresponsables hijos. La biblia dice que “cosechamos lo que sembramos”

Evite en su familia la sordera selectiva, Cuando hable haga contacto visual; haga contacto físico, agarre su mano, toque su hombro o haga alguna caricia.

Escuche la Regla de oro de Jesús: “Haz a otros todo lo que quieras que te hagan a ti. En esto se resumen las enseñanzas de la ley y de los profetas. Mat. 7:12.

¡Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino en el sendero llamado vida! Pbro. Carlos Cesar González Cruz.

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