
Misión Evangélica: «El autoconocimiento»
El guarda parques vio cuando un hombre llego a la plazuela, eran entre la tarde y la noche. Con regularidad, los sábados, las familias de aquél pueblo, se reunía a disfrutar de los dulces y frutas que ahí se vendían viendo a sus hijos jugar.
El desconocido, lucía solo y extraño. Al pasar las horas, la gente empezó a irse de aquél concurrido lugar, hasta quedar solo el forastero en el parque. El vigilante, que lo había estado observando, se acercó y entabló un dialogo con él.
-Hola señor, buenas noches. Soy el guarda parques, ¿Puedo ayudarlo?
-Buenas, noches. No, no necesito nada, ¿puedo quedarme mas tiempo aquí?
-No, usted debe seguir su camino; ¿Quién es usted? ¿A dónde va? ¿Qué busca aquí?
-No sé quién soy, no sé adónde voy ni lo que busco aquí. ¡Creo que estoy perdido!
Sí que es triste estar perdido. No conocerse así mismo, no saber por qué estás aquí, ni a dónde vas, es penoso. Sin embargo, es muy común este caso en mucha gente que ha venido a la gran fiesta llamada vida y se pierde en los vacíos existenciales. Lo peligroso en esto, es que pueden tomar caminos equivocados, Si una vida es tremendamente aburrida, sin razón, sin sentido, sin propósitos, ¿Qué caso tiene vivirla? Si alguien no tiene metas fijadas, objetivos, visión o visualización de lo que quiere ser o alcanzar, se vuelve un aventurero, un delincuente que pierde su vida en la delincuencia. ¡Cuánto ayuda tener de referencia a Dios para ubicarse! Pues la Palabra dice:
Tú hiciste todo mi ser, tanto mis sentimientos como mi cuerpo. Salmo 139:13.
Tus ojos vieron mi embrión, y en tu libro se escribieron todos Los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos. Salmo 139:16
El Señor dice: “Mis ojos están puestos en ti. Yo te daré instrucciones, te daré consejos, te enseñaré el camino que debes seguir”. Salmo 32:8.
Nosotros somos obra de Dios, creados en Jesucristo para realizar las buenas obras que Dios ya planeó de antemano para que nos ocupáramos de ellas. Efesios 2:10.
Ocupémonos en esta investigación: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Para qué estoy aquí? Esto evitará que nos perdamos.
¡Bendiciones amigos y hermanos del camino, del hermoso camino de Dios! Pbro. Carlos César González Cruz.
