Misión Evangélica: A medio camino

Señor, yo sé que el hombre no es dueño de su destino, que no le es dado al caminante dirigir sus propios pasos. Jeremías 10:23.

Por eso cerraré con espinos su camino y pondré una cerca a su alrededor, para que no encuentre sus senderos. Oseas 2:6

Estamos a medio camino del año 2022. Iniciando el segundo semestre, Ya es Julio. si estamos aún vivos, si tenemos trabajo, si conservamos alguien a nuestro lado, eso es motivo para agradecer a Dios.

El corazón del ser humano está “alienado” al pecado; esta situación, lo obliga a elegir lo malo sabiendo que es malo, tal situación miserable, no es privativa de los impíos, es también de aquellos que han rendido sus vidas a Jesucristo, pues, pese a que poseen la redención legal, quedan aún en sus vidas residuos de concupiscencia y maldad que lo cautivan a hacer lo malo, así lo expresó san Pablo: Cuando quiero hacer el bien, no lo hago; y cuando trato de no hacer lo malo, lo hago de todos modos.  Entonces, si hago lo que no quiero hacer, está claro cuál es el problema: es el pecado que vive en mí.

Así que, queriendo hacer el bien, me enfrento a esta ley: el mal vive en mí. En mi interior, quisiera obedecer la voluntad de Dios, pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley está en guerra contra mi mente, y me tiene cautivo. ¡Qué triste es el estado en que me encuentro! ¿Quién me libertará de la esclavitud de esta mortal naturaleza pecadora?¡Gracias a Dios que Cristo lo ha logrado! En conclusión: con mi mente sirvo a la ley de Dios, pero con mi naturaleza pecaminosa a la ley del pecado. Rom. 7:19-25 (NBV).

 

Las personas tienen sus propios intereses y sus propias motivaciones por las que hacen las cosas, pese a pintarlas o maquillarlas de una apariencia “buena”; llega el momento de ver la verdad. Sectores de la salud, médicos, gobernantes, empleados y aun líderes religiosos nos olvidamos de los bondadosos propósitos del reino de Dios. Restaurar, sanar, ayudar, educar, edificar, y todo aquello que tenga el propósito volver al ser humano a la imagen suprema de Dios, tiene que ver con el Reino de Dios, Todo aquello que no traiga paz, que no edifique y una a Dios con el hombre y su prójimo, no es del reino.

Cuidemos aún más nuestra vida, que nuestras motivaciones e intereses sean alineados con el Reino de Dios. 

¡Señor, Guíanos en pensamiento, palabra y obra! ¡Pon un cerco alrededor nuestro para que no encontremos camino a la perdición! ¡Sé tú el guiador de nuestro pasos y Señor de nuestro destino! ¡Amén!

¡Bendiciones amigo y hermanos del camino, del camino de Dios! SJ. Carlos César González Cruz.

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