México sí tiene otra opción
Con disciplina, valor y compromiso social las y los priistas hacemos cada día de nuestro instituto político la mejor opción para encabezar la reconstrucción de nuestro país.
No hay caminos fáciles ni cortos para recuperar la confianza de las y los mexicanos, pues sabemos que es a base de trabajo y constancia como debemos demostrar nuestra voluntad de servicio inquebrantable.
La derrota ha sido cruenta y aleccionadora. Mucho se ha dicho del PRI en estos 27 meses y poco es cierto, pues quienes hoy gobiernan pretenden usarnos para cubrir su incapacidad, incongruencia, prejuicios y falta de resultados. Pero no lo han logrado.
El pueblo de México sabe quién es quién en el ejercicio de gobierno y ya se ha dado cuenta del oportunismo e incapacidad que dimana de Morena, mientras que los gobiernos municipales y locales del PRI se caracterizan por su cercanía, atención y solución de los problemas de la gente.
Esos gobiernos son justamente en donde se encuentra el ser de la militancia priista: trabajo desde la base para construir un mejor país y más justo.
En el PRI no hay lugar para los pretextos, nunca los hemos necesitado porque asumimos nuestra responsabilidad y gobernamos con las circunstancias de nuestro tiempo, no como nos gustaría o nos empecinemos en creer que debe ser.
Con la lección aprendida y los buenos resultados alcanzados en Coahuila e Hidalgo, en el PRI estamos decididos a frenar la destrucción de México y a reencontrarnos con la ciudadanía el 6 de junio próximo, en un ejercicio que marcará un punto de inflexión en nuestra democracia no sólo por las medidas higiénicas de obligada observancia, sino porque el PRI refrendará su convicción democrática y compromiso con el porvenir de México.
Nuestro instituto político postula las propuestas legislativas que se requieren para recuperar el poder adquisitivo que gran parte de la población ha visto drásticamente disminuido, mientras pugnamos por la reconciliación de la sociedad que ha sido utilizada para sembrar la discordia y el odio.
En el México de hoy no debemos pretender dividir de nueva cuenta a la sociedad bajo los cánones del siglo XIX, sino crear las oportunidades que requiere para enfrentar los retos del siglo XXI.
Quien vive del pasado está condenado al olvido, y quien vive el presente para arreglar el futuro está llamado a encabezar el destino de su pueblo.
En el PRI no le huimos a los retos ni creamos pretextos, pues le entramos de frente a los problemas armados con diagnósticos certeros y propuestas de solución viables y concretas.
Ya es tiempo que México vuelva a apoyar a su pueblo, que haga equipo con él y avance, codo a codo, para recuperar el futuro que hoy está siendo cancelado con decisiones irracionales.
Hagamos del 6 de junio próximo la fiesta cívica de reconstrucción política nacional.