México con un camino aún lento hacia la transición energética

Cancún.- En el contexto de la lucha contra el cambio climático y la búsqueda de alternativas sostenibles, el debate sobre las energías limpias y renovables cobra cada vez más relevancia.

Osvaldo Rodríguez Hernández, investigador del Instituto de Energías Renovables de la UNAM, explicó las diferencias clave entre estos conceptos y el panorama de México en la transición energética.

Entrevistado por Radio Fórmula, destacó que aunque muchas veces se usan como sinónimos, las energías limpias y las energías renovables no son lo mismo.

 «Las renovables provienen de ciclos naturales de la Tierra, como el viento, el sol o las corrientes oceánicas, y se consideran prácticamente inagotables», señaló.

 En cambio, las energías limpias son aquellas que generan poca contaminación, pero no necesariamente son renovables.

«Un ejemplo es la energía nuclear, que, aunque no emite gases de efecto invernadero, tiene el problema de los residuos radiactivos», detalló el investigador.

En cuanto a la transición energética, el experto subrayó que este proceso busca reducir la dependencia de combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, y sustituirlos por fuentes más sostenibles.

 «El objetivo es mitigar el cambio climático y sus efectos, como el aumento de temperaturas, inundaciones y enfermedades», afirmó.

México no es ajeno a esta tendencia global y ha establecido metas para incrementar el uso de energías limpias en su matriz energética, en especial mediante el impulso de la energía solar y eólica.

Pese a estos avances, el camino aún es largo. Rodríguez Hernández explicó que en el país la energía eólica representa solo el 7% de la generación total de electricidad. Además, persisten debates sobre el uso de otras fuentes, como la energía nuclear o los ciclos combinados, que aunque más eficientes, siguen emitiendo contaminantes.

 «Comparado con Alemania, un país con menor radiación solar que México, pero con políticas sólidas en energías renovables, aún tenemos un gran potencial por aprovechar», comentó.

El investigador también enfatizó la importancia de la educación y la formación de especialistas en este campo.

 «Hace algunos años hubo un auge en la creación de carreras de ingeniería en energías renovables, pero este impulso debe continuar. No solo necesitamos ingenieros, sino también abogados, contadores y tomadores de decisiones que impulsen políticas efectivas», sostuvo.

Para el sector residencial, la adopción de tecnologías limpias también juega un papel clave. Según Rodríguez Hernández, con aproximadamente cuatro paneles solares, una familia de cuatro integrantes podría satisfacer sus necesidades energéticas, dependiendo de su consumo y ubicación geográfica.

«México tiene una posición geográfica privilegiada para la generación de energía solar, lo que nos permite reducir costos y dependencia de fuentes contaminantes», explicó.

El experto subrayó que la transición energética no es solo una cuestión tecnológica, sino también un reto económico, social y político.

«Si no avanzamos a tiempo, enfrentaremos problemas como apagones debido al creciente consumo de electricidad, especialmente en regiones donde el calor extremo ha elevado la demanda energética», advirtió.

Fuente: InZoom.mx

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