Quintana Roo es el segundo lugar a nivel nacional, donde menores padecen obesidad y sobrepeso.

En más de 4 mil hogares, uno no come al día

En Quintana Roo, principalmente en los destinos turísticos con variable dinamismo laboral como lo es Cancún, gran parte de sus habitantes, sufre de malnutrición, debido a factores como la falta de dinero suficiente para adquirir  diversos alimentos ricos en nutrientes cuyos precios son elevados, así como a la falta de tiempo y cultura alimentaria, que los incline a no ingerir bebidas gaseosas azucaradas, comida chatarra o ricas en grasas, indicó la secretaria del Colegio de Nutriólogos de Quintana Roo, Claudia Cristina Lara Zamora, quien en el marco  de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, este 16 de octubre, señaló que en nuestro estado, en el 10% de los hogares, al menos uno de sus integrantes deja de hacer una comida al día, por falta de dinero.

Lo anterior, fue señalado con base a datos sobre la limitación  de acceso a la alimentación, dados a con conocer el año pasado, por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los cuales indican que en 4 mil 412 hogares quintanarroenses, al menos uno de sus integrantes, omite desayunar, comer o cenar por carecer de recursos suficientes.

La especialista, dijo que de esto se deriva muchas veces, incluso entre personas que cuentan con dinero para satisfacer sus necesidades de alimentación, la búsqueda de sustitutos económicos para satisfacer el hambre, que regularmente son los alimentos chatarra y las bebidas gaseosas, lo que contribuye a trastornos en la salud

Señaló que lo más grave de esta problemática, es que buena parte de los afectados son niños y jóvenes en pleno desarrollo, lo que ubica a Quintana Roo como el segundo lugar a nivel nacional, en número de menores de edad  que padecen obesidad y sobrepeso, sólo apenas por debajo de nuestro estado vecino, Yucatán.

Una de las aristas que tiene esta problemática en Cancún, tiene su origen en que  ambos padres deben salir a trabajar, por lo que dejen mu­chas horas solos a sus hijos y al no organizar bien su tiempo, los alimentan con comidas rápidas, las cuales no aportan nutrientes al or­ganismo, ya que generalmente contienen almidón y grasa; si­tuación que lleva a problemas de salud como la hipertensión y la diabetes, la cual dijo, ha conocido casos de niños menores de 12 años que la padecen. (Por Raimon Rosado-Quequi)

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