Los tazos dorados
Pbro. Carlos César González Cruz.
«Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido.» Lucas 19:10.
Dicen que,
“El que no sabe lo que busca, no entiende lo que encuentra”
Es triste ver vidas sin vivirse, o mal vividas, vidas sin sentido ni rumbo. Esas vidas de las que algunos llaman «del escuadrón de la muerte», ellos pasan días en una sociedad de amigos teporochos.
¿Qué hace la diferencia entre una persona en completo estado de lucidez y otra con apariencia de estarlo y no estar? ¿Dónde está esa línea que separa la razón de la locura? ¿Cuándo y por qué se puede perder la razón?
Circula en las redes sociales la noble labor humanitaria de “la patrulla espiritual”, buscando lo que ellos llaman «los tazos dorados», a quienes se dirigen con palabras bonitas: “¿Nunca te han dicho que eres un tazo dorado?, hermosura, corazón, coqueto, amor; te has ganado una beca donde tendrás casa, comida, cama caliente, ropa, zapatos y una familia.”
¿Qué es un tazo dorado? Pues son estas personas en condición de calle, sin rumbo, sin sentido, sin casa, sin familia, indigentes, locos, adictos, que viven para consumir y consumen para vivir, lo peor de la sociedad, que molestan a los transeúntes pidiéndoles una moneda; pues, los de la patrulla espiritual llaman “tazos dorados”. Les hablan con amor, reconociendo su valor humano.
¿Cómo pueden poner un valor a algo que nadie valora?¿Quién se preocupa por alguien que no es nada suyo? ¿Quién invertiría tiempo, dinero y su propia vida por estas vidas sin valor?
Estos tazos dorados, son llevados a un anexo o casa de rehabilitación, reciclados y reparados hasta despertar su conciencia, cuando vuelven en sí, dejan “su locura”, ya no son aquellas vidas vacías que no sabían lo que buscaban y no entendían lo que encontraban. Esos tazos dorados ahora van en busca de otros semejantes a ellos, en las condiciones que ellos tenían, con el amor y aprecio que fueron conquistados.
Dicha grande es ser encontrado por un buscador de Tazos, dicha grande la del ganador de Tazos.
Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino llamado vida.