Los escurrimientos de agua por la lluvia anegaron las viviendas y los campos de cultivo.
FELIPE CARRILLO PUERTO
Los escurrimientos de agua por las recientes lluvias, afectan severamente a diversas familias de la comunidad de Ramonal en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, quienes desde hace aproximadamente un mes, resisten a la inundación de sus viviendas y cultivos.
En un recorrido realizado por la comunidad indígena situada a unos 89 kilómetros al sur–oeste de la cabecera municipal, se pudo constatar que al menos ocho familias que habitan por la zona que conduce una alcantarilla del cauce natural de los escurrimientos de agua, se encuentran inundadas, lo que ha dificultado el acceso a sus viviendas.
Al respecto, el señor Salomón López Chuc, apuntó que está inundación es una situación atípica, pues desde hace poco más de una década no registraban un caso similar por lo que parece que la alcantarilla del cauce de los escurrimientos ha quedado obsoleta, aparentemente por la modernización del tramo conocido como la vía corta, tras elevar el nivel de la carretera.
La fuente aseguró que las autoridades municipales y estatales han ignorado a la comunidad, pues a la fecha, ningún representante de alguna dependencia ha recorrido por el lugar para constatar las afectaciones que representa el acumulamiento del agua.
Por su parte, la señora Norma Chan Góngora expuso las dificultades por las que atraviesan para realizar sus actividades cotidianas, puesto que la inundación de sus patios ha dañado parte de sus hortalizas de traspatio, y en consecuencia tener que concentrar a sus animales en otras zonas.
Asimismo dijo que los niños son vulnerables a contraer enfermedades por la cantidad de moscos que genera el agua debido algunas plantaciones frutales que han comenzado a pudrirse.
Desesperada por las dificultades que atraviesa por la inundación de su patio, la abuelita Paola Dzul Euán pide la intervención de las autoridades de gobierno para la construcción de un pozo de absorción por el centro de la comunidad que permita filtrar el agua y no afectar sus viviendas.
Mencionó que hace un par de años había abandonado su pequeña comunidad en busca de mejores condiciones de vida, por lo que se estableció en la ciudad de Cancún con sus hijos, sin embargo, debido al ambiente de inseguridad que se ha registrado en los últimos años en el polo turístico, optó por retornar a Ramonal, donde hoy en día, se dedica al bordado de servilletas con “hilo contado” y lavado de ropa ajena para poder subsistir debido a que el apoyo que recibe del programa “65 y Más” no alcanza para cubrir sus necesidades.
En otro orden de ideas, mientras que los escurrimientos de agua afecta la viviendas y actividades de algunas familias de la comunidad de Ramonal, así como los cultivos de maíz y pastizales para el ganado en la zona conocida como la “Via Corta” Chetumal – Mérida, algunos pobladores de localidades como Nuevo Israel, Nueva Loría y Presidente Juárez, aprovechan los corrientales que proviene de Yucatán y Campeche, para obtener alimentos a través de la pesca de especies como la tilapia sobre el puente a la altura del kilómetro 60.
Por Allan Sulub Hernández