Lloran a su Rey

Por Redacción Quequi

Miles de brasileños comenzaron a llegar desde tempranas horas al estadio del equipo de Santos para despedirse de su mayor ídolo futbolístico; Pelé, fallecido el jueves a los 82 años de edad, en un velorio público de 24 horas.
Con la presencia además del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y de otras personalidades del mundo del futbol, la ceremonia luctuosa se celebró en el césped del estadio de Vila Belmiro, en la ciudad de Santos, donde el Rey Pelé jugó como local la mayor parte de su carrera deportiva.
Los funerales con el féretro abierto comenzaron con cinco minutos de retraso con respecto al horario previsto, con la apertura de puertas a los aficionados que deseaban dar el último adiós al tricampeón mundial.
Previamente, Edinho, hijo de Pelé, y el exjugador Zé Roberto, cargaron el ataúd, ayudados por personal del Santos, hasta una carpa situada en el centro de la cancha, un espacio que estaba reservado para los familiares.
Los aficionados entraron por una puerta lateral y se acercaron al féretro por una pasarela ubicada a unos pocos metros de la carpa principal, mientras en la megafonía del estadio se oía una canción de samba llamada «Eu sou Pelé» (yo soy Pelé), interpretada por el exjugador.
A la hora del inicio de la ceremonia, miles de aficionados brasileños hacían fila ante la puerta del estadio del Santos, donde algunos pasaron la noche.
En todas las gradas del Vila Belmiro colgaban decenas de camisetas blancas con el dorsal 10 de Pelé, así como pancartas enormes en las que se leía “Viva el Rey”, “Pelé 82 años” y “Único en parar una guerra”.
El cuerpo del único jugador en ganar tres mundiales (1958, 1962, 1970) arribaron en una caravana que salió desde el hospital “Albert Einstein” de Sao Paulo, donde estuvo internado desde el 29 de noviembre y fue despedido por un puñado de hinchas.
El ingreso al estadio estará permitido de manera ininterrumpida hasta este martes en la mañana, tras lo cual empezará un recorrido por las calles de Santos, ubicada a 75 kilómetros de Sao Paulo, y terminará en un mausoleo de la ciudad con un sepelio reservado para la familia.
En ese mismo cementerio, desde donde se ve la estructura albinegra del Vila Belmiro, descansan los restos del padre, el hermano y la tía de Pelé.
En los alrededores del estadio futbolístico se divisan algunas banderas del Santos y de Brasil con franjas o moños negros de luto. En otro punto de la ciudad, en el que se erige otro monumento al exatleta, se extendieron banderas con su rostro y figura.
“Encanté al mundo con la pelota a los pies”, se lee en una de ellas.
En tanto, la Policía militar del estado de Sao Paulo desplegó una “estructura robusta” para los homenajes póstumos de Edson Arantes do Nascimento.
También se reforzó la seguridad en el aeropuerto de Congonhas, en la capital paulista, ante la previsión de llegadas de deportistas, políticos y autoridades que acudieron al velorio, según el diario Folha.

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