Llevan al extremo los pitbulls

“Perros con potencial para entrenar”, así es como lo hacen llamar los dueños de perros de raza pitbull, los cuales por su atributo físico, fuerza y el carácter que demuestran, los propietarios suponen que sus “mascotas” han nacido para ser entrenados bajo fuertes regímenes, como arrastre de llantas que pesan hasta 20 kilos, e inclusive con tabiques de construcción, sin dejar de lado que algunas veces suelen inyectarles anabólicos y darles proteína para que la musculatura se engrandezca.
El pitbull es un perro atlético, porque tiene una agilidad, fuerza, destreza e inteligencia, lo cual hace que sea diferente a otras razas, es por ello que la sociedad se ha emergido en un sistema de entrenamiento continuo que se basa en 4 pruebas deportivas las cuales deben pasar; tiro con peso, malacate (tread mills), prueba de presa y salto de altura.
El arrastre de peso o tiro con peso, dicho entrenamiento se basa en arrastre de pesos, no es una actividad para todos los perros, o al menos eso indican los dueños de pitbulls. “Desde la etapa de cachorro y hasta los dos años de edad sólo se le entrena al perro en el uso de los equipos de arrastre, sin incluir un plan de entrenamiento basado en cargas de peso”, explicó uno de los dueños.
Asimismo el sentido de un entrenamiento de arrastre, es que pasen las pruebas, las cuales se evalúan de la siguiente manera: en 5 metros los perros deben mover una carga que está colocada en una carreta sobre rieles, sólo a la orden de su manejador, el peso arrastrado es dividido entre el peso del “ejemplar” como suelen llamarle al perro, esto da como resultado un número que representa la cantidad de veces que el perro ha logrado arrastrar su propio peso, este número es llamado «Coeficiente de Arrastre». Por Ejemplo: Peso Corporal del ejemplar: 20 Kilos; Peso Arrastrado: 2000 kilos; Coeficiente de Arrastre: 100 Veces
En cuanto al entrenamiento llamado malacate o tread mills es una prueba de velocidad la cual consta de poner al perro sobre una banda como tipo caminadora donde, la velocidad se le toma con un odómetro y la resistencia y velocidad se mide en un minuto, donde llegan a correr hasta 1500 metros en ese tiempo designado, porque así como la de los 100 metros es la prueba reina del atletismo, esta es la prueba reina de velocidad para el pitbull, de esta manera van subiendo los entrenamientos.
¿Cuál es el fin de entrenarlos?, el único fin son demostraciones físicas y concursos, pero existe una disyuntiva en este tema.
Sara Rincón Gallardo, presidenta de la sociedad de Protección Animal, apunta que estas acciones están prohibidas, ya que muchas veces suelen entrenarlos para peleas y si no es el caso es un maltrato animal el que los utilicen para competencias, “Hace un tiempo vi como un perro pitbull lo colgaban de una cuerda para que hiciera ejercicio con el hocico, era un cachorro, llegó un momento que se zafó, cayó y se desnucó”. Es así que este tipo de entrenamientos pese a que están totalmente prohibidos, en las regiones 100 y 200 por las noches las llevan a cabo, tienen clubes y páginas donde promocionan dichas acciones.
Es en estas regiones donde se han dado casos donde entrenan a los pitbull, y en el mismo terreno llevan a perros callejeros donde terminan siendo atacados por los pitbulls, esto es como parte de entrenamientos sanguíneos y prácticas desmedidas para un animal. Así también estos perros terminan siendo parte de ventas donde les dan precio de más de 3 mil 500 pesos, e inclusive los rentan para poder tener crías, sin dejar de lado el maltrato que generan hacia estos con los fuertes entrenamientos.
En cuanto al consumo de proteína y anabólicos, Úrsula Lafuente, Veterinaria Zootecnista, indica que los alimentos de los perros ya se encuentran balanceados, donde ya cuentan con los nutrimentos necesarios para estos animales, y el uso de estos anabólicos traen como resultado cambios en el PH, cambios en conformación física y genética, hay una modificación en todos los sentidos.
“Yo no creo que estos entrenamientos tengan un fin zootécnico canalizado, ya que sí hablamos de otros perros se les entrenan para protección, cuidado, rescate, los cuales tienen un fin, pero con estos entrenamientos y la alimentación se les resta años de vida al perro, desgasta sus articulaciones, les puede dar lipidosis hepática e inclusive una enfermedad como diabetes”, apuntó Úrsula.
Es así que este tipo de prácticas no han sido reprobadas por parte de las autoridades, pese a que muchas veces se les han denunciado, y la sociedad no toma conciencia del daño que se les hace a estas mascotas, las cuales por decisión de sus dueños son forzados a estas acciones, y a la larga les trae daño a la salud e inclusive la muerte, se ha convertido en acciones que son bien vistas y admiradas por la población y se deja a un lado que se trata de la vida de un ser viviente. (Por María Fernández>Quequi)

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