
Lamenta falta de protección
Por Héctor Bello Guadarrama
Luego que por vicios en el proceso, el Primer Tribunal Colegiado del Vigesimoseptimo Circuito dejó sin efecto la sentencia de 112 años de prisión en contra de Jean Succar Kuri, dictada en el año 2016, una de las entonces menores de edad afectada por el abusador sexual, Edith Encalada Cetina, lamentó que el Estado mexicano no haya logrado defender a las víctimas de pederastia.
Los magistrados puntualizaron que se tiene que emitir una nueva resolución que sustente el delito de abuso sexual, en agravio de siete menores de edad.
En entrevista, reconoció que la Justicia de la Unión le dio un revés y decretó que no ampara, ni protege a ninguna de las víctimas de pedofilia por parte de señalado responsable Jean Succar Kuri, según la resolución del amparo directo, que contrariamente sí amparó al inculpado contra la sentencia de segunda instancia.
Edith Encalada, señaló que la sentencia emitida por la autoridad judicial la lastima como víctima, “pues deja por el suelo los años, los meses y los días que han servido para recuperar mi autoestima, que vuelve a caer por la sentencia recibida”, dijo.
Comentó que se siente impactada y muy triste, ya que como víctimas esperaban que las autoridades pudieran brindarles la protección a hechos que ocurrieron siendo ellas menores de edad.
“Todo esto cambia mucho todo nuestro sentir… Yo estoy esperando que mis abogados me indiquen cual será la estrategia jurídica a seguir, ante una noticia que precisa que en caso de confirmarse que ya quedarán sin efecto la suma de las sentencias que recibió por los casos de cada niña y niño que abusó, el sujeto solo tendría una sentencia condenatoria de tan solo 13 años”, precisó.
Enfatizó, que desde cuando fue notificada comenzó una serie de conferencias telefónicas con diversas autoridades y personas defensoras de los derechos de las mujeres víctimas de pederastia, en un intento por evitar que su victimario pueda salir libre.
Y aun cuando cuenta con la protección de elementos de seguridad, cedidos por autoridades en el Estado, determinó sentirse vulnerable a lo que pueda ocurrir una vez que su victimario salga a la calle. Pues desde donde está encerrado, asegura, ha logrado hostigarla en un par de ocasiones.