La ‘violencia vicaria’ conmociona España
EL BESTIARIO
Antes de desaparecer junto a sus dos hijas, Olivia y Anna, Tomás Gimeno, le advirtió a su ex esposa, Beatriz Zimmermann, que nunca volvería ver a las niñas ni tampoco a él, todo ‘A Sangre Fría’ de Truman Capote…
SANTIAGO J. SANTAMARÍA GURTUBAY
La tarde del pasado 27 de abril, Gimeno recogió a sus dos hijas —Olivia de 6 años y Anna, de un año— para llevarlas a cenar, según las investigaciones. Después debía entregarlas en casa de su la que fuera, meses atrás, su mujer, Beatriz Zimmermann, algo que nunca ocurrió. Desde entonces, el caso ha mantenido a muchos en vilo en España, para luego provocar conmoción en toda la sociedad europea humanista, cultural y elitista en la defensa de los derechos humanos, en pleno 2021. Y es que la policía empezó a buscar a las menores y a Gimeno, investigando la posibilidad de que se tratara de un secuestro. Pero este mes de junio se dio un dramático desenlace, cuando un equipo de búsqueda encontró, a una profundidad de 1.000 metros en las costas de Tenerife, en las islas Canarias, el cuerpo de Olivia Gimeno Zimmermann. El padre se lleva a dos niñas de 6 y 1 años en un cabreo con su pareja que le exigió el divorcio. Olivia y Anna desaparecieron, siendo asesinadas por su propio padre y arrojadas al alto mar desde su barco. Pagaron los platos rotos de una ruptura de pareja. El padre quería causarle el mayor del sufrimiento a la madre. No es la primera vez que ocurre algo así, en los últimos años, en el Viejo Continente. Se cambió la legislación imponiéndose prisión permanente revisable, la máxima pena del Código Penal español, aprobada en el 2015. Solo puede imponerse en casos de asesinatos con circunstancias agravantes muy concretas. Los antepasados europeos vivieron horrores de otras ‘vicarias’, pero en tiempos del nazismo de Adolf Hitler, el fascismo de Benito Mussolino y el falangismo de Francisco Franco. Tenían todas en común, junto a las desatadas en tiempos de paz, un elemento a destacar no exclusivo de los delitos, sino el que impregna los documentos oficiales, las crónicas periodísticas, las novelas de no ficción acuñada por el escritor estadounidense Truman Capote, la opinión pública, las redes sociales: ‘A Sangre Fría’.
La prisión permanente revisable regresó a la opinión pública española después de que el Tribunal Supremo confirmara la pena fijada para Ana Julia Quezada, condenada por el asesinato con alevosía del niño de ocho años Gabriel Cruz en febrero de 2018. La sala desestimó los recursos de casación interpuestos por la defensa de la acusada y por la acusación particular, dando validez así la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que dictó por primera vez el castigo máximo para una mujer en España. La prisión permanente revisable supone actualmente la mayor condena privativa de libertad que contempla el Código Penal español y, como su propio nombre indica, se refiere a una imposición de cárcel por tiempo indefinido, sujeta a revisiones que condicionan la posibilidad de que el reo recupere la libertad. El objetivo final de esta medida es impedir que los delincuentes más peligrosos cuya capacidad de reinserción no sea probada vuelvan a la sociedad, poniendo en peligro la integridad de las personas. Fue aprobada en el Congreso el 26 de marzo de 2015, como parte de la Ley de Seguridad Ciudadana, con los únicos votos a favor del Partido Popular. Hasta su entrada en vigor, el reglamento establecía unos límites máximos de 25 de 30 o de 40 años de condena, según la gravedad del delito recogida en el artículo 76. El primer baremo correspondía a los condenados por dos o más delitos de entre los cuales uno superara la pena de hasta 20 años, mientras que el segundo requería una pena superior a 20 años, el tercero dos o más delitos castigados con 20 años; y la máxima condena se reservaba para actos terroristas. “Cumplida una parte de la condena que oscila entre 25 y 35 años, el Tribunal deberá revisar de oficio si la prisión debe ser mantenida cada dos años; y lo hará también siempre que el penado lo solicite, si bien tras la desestimación de una petición podrá fijar un plazo máximo de un año dentro del cual no se dará curso a nuevas solicitudes”, explicaba el texto de la reforma.
‘A Sangre Fría’ (título original en inglés: In Cold Blood) es una novela de no ficción del periodista y escritor estadounidense Truman Capote. Fue comenzada en 1959 y finalmente publicada en 1966. Para hallar la documentación necesaria para el libro el autor realizó un exhaustivo trabajo de campo. ‘A Sangre Fría’ explica cómo una familia de un pueblo rural de Estados Unidos es asesinada sin ningún sentido y cómo los asesinos son capturados y sentenciados a pena de muerte. Capote se enteró del cuádruple asesinato antes de que capturaran a los asesinos y viajó a Kansas para escribir sobre el crimen. Lo acompañó su amiga de la infancia y escritora Harper Lee, conocida por su novela ‘Matar un ruiseñor’, obra ganadora del Premio Pulitzer, y entrevistaron a los residentes e investigadores asignados al caso y tomaron miles de páginas de notas. Los asesinos Richard Hickock y Perry Smith fueron arrestados seis semanas después de los asesinatos y luego ejecutados por el estado de Kansas. Capote finalmente pasó seis años trabajando en el libro. ‘A Sangre Fría’ fue un éxito instantáneo y es el segundo libro sobre crímenes reales más vendido en la historia, detrás de ‘Helter Skelter’ (1974) de Vincent Bugliosi sobre los asesinatos de Charles Manson. ‘In Cold Blood’ ha sido alabado por su prosa elocuente, extenso detalle y triple narrativa que describe la vida de los asesinos, las víctimas y otros miembros de la comunidad rural en secuencias alternas. Se presta especial atención a las psicologías y antecedentes de Hickock y Smith, así como a la compleja relación de la pareja durante y después de los asesinatos.
Herbert ‘Herb’ Clutter era un próspero agricultor del oeste de Kansas. Empleaba hasta 18 peones, quienes lo admiraban y respetaban por su trato justo y buenos salarios. Sus dos hijas mayores, Eveanna y Beverly, se habían mudado y habían comenzado sus vidas adultas; sus dos hijos menores, Nancy, de 16 años, y Kenyon, de 15, estaban en la escuela secundaria. Según los informes, la esposa de Clutter, Bonnie, había estado incapacitada por depresión clínica y dolencias físicas desde el nacimiento de sus hijos, aunque esto fue luego cuestionado por su hermano y otros miembros de la familia, quienes sostuvieron que la depresión de Bonnie no era tan debilitante como se describe en el libro. Dos ex convictos recientemente liberados en libertad condicional de la Penitenciaría del Estado de Kansas, Richard Eugene ‘Dick’ Hickock y Perry Edward Smith, robaron y asesinaron a Herb, Bonnie, Nancy y Kenyon en las primeras horas de la mañana del 15 de noviembre de 1959. Un ex compañero de celda de Hickock, Floyd Wells, había trabajado para Herb Clutter y le dijo a Hickock que Clutter guardaba grandes cantidades de efectivo en una caja fuerte. Hickock pronto tuvo la idea de robar la caja fuerte y comenzar una nueva vida en México. Según Capote, Hickock describió su plan como “un juego de niños, la puntuación perfecta”. Hickock se puso en contacto más tarde con Smith, otro ex compañero de celda, sobre haber cometido el robo con él. De hecho, Herb Clutter no tenía caja fuerte y básicamente realizaba todas sus transacciones con cheque.
Después de conducir más de 400 millas a través del estado de Kansas en la noche del 14 de noviembre, Hickock y Smith llegaron a Holcomb, localizaron la casa de Clutter y entraron por una puerta sin llave mientras la familia dormía. Al despertar a los Clutter y descubrir que no había caja fuerte, ataron y amordazaron a la familia y continuaron buscando dinero, pero encontraron poco valor en la casa. Aún decididos a no dejar testigos, la pareja debatió brevemente qué hacer; Smith, notoriamente inestable y propenso a actos violentos en ataques de rabia, cortó la garganta de Herb Clutter y luego le disparó en la cabeza. Capote escribe que Smith relató más tarde: “No quería hacerle daño al hombre. Pensé que era un caballero muy agradable. Habla suavemente. Lo pensé hasta el momento en que le corté el cuello”.10 Kenyon, Nancy y luego la Sra. Clutter también fueron asesinadas, cada una con un solo disparo de escopeta en la cabeza. Hickock y Smith abandonaron la escena del crimen con una pequeña radio portátil, un par de binoculares y menos de 50 dólares en efectivo. Smith luego afirmó en su confesión oral que Hickock asesinó a las dos mujeres. Sin embargo, cuando se le pidió que firmara su confesión, Smith se negó. Según Capote, quería aceptar la responsabilidad de los cuatro asesinatos porque afirmaba que “sentía pena por la madre de Dick”. Smith agregó: “Es una persona realmente dulce”. Hickock siempre sostuvo que Smith cometió los cuatro asesinatos.
“No puedo imaginar el dolor de la madre de las pequeñas Anna y Olivia, desaparecidas en Tenerife, ante la terrible noticia que acabamos de conocer”, escribía en Twitter el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, del PSOE, quien recalcó que ‘violencia vicaria’ busca el causar el máximo sufrimiento a Beatriz Zimmermann. La psicóloga clínica Sonia Vaccaro, quien lleva estudiando este tipo de violencia, fue quien acuñó el término, que fue incluido en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, firmado en España. “Le puse vicaria a este tipo de violencia entendiendo la definición del diccionario que dice que tiene las veces, poder y facultades de otra persona”, explica Vaccaro. “Esta es una violencia contra la mujer, una violencia machista, que utiliza a sus hijos como objeto para seguir maltratando a la mujer”. Según la experta, es una violencia que gradualmente va a más y se hace más evidente cuando la mujer comunica la decisión de separarse o después del divorcio, una vez que el agresor consigue la custodia compartida, o plena a veces. “Generalmente, cuando la mujer plantea el divorcio, estos individuos lo que dicen es ‘te quitaré a los niños’. Esa amenaza está mostrando, primero, que está dispuesto a utilizar a los niños contra ella; segundo, que sabe que los niños son importantes para ella, y, por lo tanto, tercero, que los niños son objetos para él”. Para Vaccaro muchas veces no se toma en cuenta la gravedad que tiene esa amenaza. “En los casos de expresión máxima de la violencia vicaria, que es el asesinato, todos los individuos avisaron antes, puntualmente dijeron te quitaré lo que más quieres, ya verás lo que te pasa, te voy a dar donde más te duele…”.
Tras el hallazgo del cadáver de la pequeña Olivia en Canarias, la delegada del gobierno español contra la violencia de género, Victoria Rosell Rosell, aseveró que “es urgente proteger a la infancia como víctima directa que es de la violencia machista”. En una entrevista con Radio Nacional de España, Rosell indicó que todos los asesinatos machistas comparten “el mismo patrón”. “No es un loco, no es un asesino en serie, es la cara del machismo, de ese hombre que no tolera la libertad de la mujer, su igualdad. Contra eso debemos luchar todas las instituciones y la sociedad todos los días, no sólo cuando sucede lo peor”, dijo. La delegada contra la violencia de género dijo que confirmados los asesinatos de Anna y Olivia, serían 41 menores asesinados por violencia de género desde 2013 en España, y cuatro en lo que va de año. El hallazgo en el fondo del mar del cuerpo de una de las dos niñas desaparecidas a fines de abril junto a su padre causó conmoción en España. Un equipo de búsqueda encontró, a una profundidad de 1.000 metros en las costas de Tenerife, el cuerpo de Olivia Gimeno Zimmermann, de 6 años. La pequeña y su hermana Anna, de un año, desaparecieron el pasado 27 de abril, día en que su padre, Tomás Gimeno, de 37 años, debía entregarlas en casa de su exesposa, Beatriz Zimmermann, tras pasar la tarde con las pequeñas. Nunca devolvió a las niñas, aunque Beatriz Zimmermann y las autoridades mantenían las esperanzas de que estuvieran con vida, por lo que el hallazgo del cuerpo de Olivia ha sido un duro golpe.
“Deseo que la muerte de Anna y Olivia no haya sido en vano”. Beatriz Zimmermann, la madre de Anna y Olivia, las dos niñas asesinadas por su padre en Tenerife, ha publicado una carta abierta el día después de conocerse los trágicos detalles del homicidio cometido por el padre de las niñas, Tomás Gimeno. “Aunque ahora sintamos el mayor odio, desesperanza y dolor, no sea para traer más sufrimiento al mundo, sino lo contrario”, asegura Zimmermann en su texto. “Ellas habrán muerto en cuerpo, pero su alma está con todos nosotros para siempre, ayudando a tener más conciencia, amor y respeto por nosotros. La gran mayoría de las personas son seres increíbles, lo han demostrado en este acto tan cruel con la compasión y el dolor”. El auto judicial publicado este sábado tras levantarse el secreto del sumario sostiene que Gimeno, de 37 años, asesinó a sus dos hijas en la finca familiar, las introdujo en sendas bolsas de deporte y tres horas y media después las arrojó al fondo del mar desde su embarcación de recreo. Todo ello, para “provocar a su expareja el mayor dolor que pudo imaginar, al colocarla de forma deliberada en la incertidumbre acerca de la suerte o destino que habían sufrido en sus manos Olivia y Anna”, según relata el auto. “Como madre”, prosigue la carta, “me duele en el alma no poderles haber salvado la vida. Ojalá yo hubiera estado en ese momento junto a ellas de la mano y morir juntas… Pero eso no pudo ser porque Tomás quería que sufriera buscándolas sin descanso y de por vida. Esa fue la razón por la que dejarme a mí con vida. Y, por supuesto, el no quedar como el mayor asesino de la historia. Aquí la justicia salió a la luz”. Zimmermann asegura que ha querido escribir una carta de agradecimiento, en la que explica los momentos que vivió cuando le comunicaron el fatal desenlace. “Cuando me dijeron la noticia se me vino el mundo encima y, por muy duro que sea, por lo menos ahora puedo llorar su pérdida y sentirlas a mi lado a cada momento; sentirlas cuando me despierto, cuando desayuno, todo el día, hasta que me acuesto…”. En su texto, Beatriz Zimmermann muestra su esperanza de que la muerte sirva a muchos padres para valorar a sus hijos. “Gracias a ellas, muchos padres miran ahora a sus hijos de otra manera y valoran mucho más el amor y los momentos diarios de las cosas simples. Ese maravilloso día a día que tanto echo de menos. Lo que yo daría por peinarles el pelo… Ese simple acto ahora mismo es lo que más desearía…”, asegura. “Deseo que la muerte de las niñas sirva para crear mayor consciencia sobre el amor que entregamos a nuestros hijos, en valorarlo y cuando estamos con ellos no tener la cabeza en otros asuntos, sino en ellos. Nos necesitan y nos adoran”. A su vez, sostiene que gracias a ellas “se conoce el significado de la violencia vicaria”. “Espero que las leyes se pongan más duras protegiendo a los niños. Ellos no tienen por qué cargar con esa mochila, y si el amor se acaba, lo más importante es el bienestar de los hijos”. Respecto al maltrato entre los progenitores, la madre cree que “hay que ser muy tajantes porque los niños no pueden estar creciendo viendo violencia”. “Ellas son ahora dos ángeles que han venido al mundo enseñando una gran lección a costa de su vida… Y yo, siendo su madre, voy a luchar en contra de estas injusticias y el bienestar de los niños. Por ellas y por todos los niños. Anna y Olivia estaban llenas de amor, todos los días yo les decía a cada momento que las amaba muchísimo…”.
“¿Quién es Tomás Gimeno, ‘El Monstruo de Tenerife’, que asesinó a sus dos pequeñas hijas y sigue desaparecido? Solo el cadáver de Olivia apareció en el fondo del mar. Aún se busca a la pequeña Anna y al filicida…”, son algunos de los titulares que permanecen todavía en los periódicos tradicionales impresos de las Islas Canarias. En las páginas interiores no hay espacio para otros asuntos como la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, las cumbres de la OTAN y el encuentro entre José Biden y su homólogo ruso, Vladimir Putin… En otros momentos este hubiera sido noticia de portada teniendo en cuenta la importancia del aumento en los últimos años del turismo ruso en España… Este es el sorprendente lenguaje decimonónico que nos traslada al siglo XIX y nos evoca a cronistas como el propio Benito Pérez Galdós… “Las niñas Olivia y Anna, de solo 6 y 1 años, respectivamente, desaparecieron el 27 de abril, cuando su padre, separado de su mamá no las devolvió a su hogar. Tomás Gimeno de 37 años, nacido en Tenerife, la más grande de las islas Canarias, es hijo de una familia adinerada y de renombre, dueña de muchas tierras de cultivo. Él tenía a su cargo varias empresas pertenecientes al sector de las flores y las plantas junto a su familia. El ahora considerado como filicida tenía muy mala fama en la isla, con un gusto exacerbado por el ocio nocturno e involucrado en varias peleas en bares y discotecas. Además, había estado acusado de estafas y robos, a pesar de ser una persona con una buena posición económica. A pesar de ese historial que la justicia ha comenzado a develar, nadie de su entorno esperaba este macabro desenlace. Sus amigos tenían una muy buena impresión de él, como una persona “enérgica, impulsiva, muy trabajador y un poco hippie…” De sus padres es muy poco lo que ha trascendido a los medios de comunicación. El martes 27 de abril del 2021, Tomás Gimeno recogió a sus hijas por la tarde y aunque debía devolverlas a la casa de su madre alrededor de las 21:00, no apareció. De acuerdo a los datos de la justicia española, que se han develado tras encontrar el cuerpo de Olivia, Tomás Gimeno habría dado muerte a sus hijas, en una finca de sus padres, envolviéndolas en toallas e introduciéndolas en bolsas de basura y estas en bolsas de deporte, que colocó en su coche”, agrega el documento. El 28 de abril, una lancha propiedad de Gimeno -de seis metros de eslora y un solo camarote- fue encontrada a la deriva cerca del puerto de Güímar, sin rastro del hombre o de sus dos hijas pequeñas. Un día después, cuando se encontró la embarcación, la policía dijo que habían detectado restos de sangre en el bote, pero no hallaron indicios de que fueran de las menores…
‘A Sangre Fría’ es el modo en el que un asesino comete un crimen sin mostrar ningún tipo de remordimiento o empatía por la víctima. Los criminales suelen sufrir un trastorno de personalidad doble comportándose en su vida normal como ciudadanos integrados en la sociedad y como asesinos premeditados. Los mercenarios o asesinos a sueldo son un ejemplo de este modo de asesinar. Narrada en tercera persona omnisciente, ‘A Sangre Fría’ ha sido ensalzada por su realismo y la conjunción de una narrativa tradicional con un reportaje periodístico. Capote definió al libro como perteneciente a un nuevo género, que en idioma inglés denominó ‘nonfiction novel’ o novela testimonio. El término tiene otra connotación: la intención de acomodar hechos reales en una estructura dramática que altere lo menos posible la verdad proporcionada por la fuente real. Es evidente que el interés por retratar la vida de los asesinos en toda su complejidad está más cerca de la literatura que de la ética del periodismo. Y es que en la literatura no hay buenos ni malos. La sociedad entera es la expresión de la condición humana. Y justo para adentrarse en ella, Capote dotó a sus personajes de profundidad. “Yo me pasé seis años haciendo ‘A Sangre Fría, y no sólo conocía a las personas sobre quienes escribía, sino que las conocía mejor de lo que he conocido a nadie”, como lo refirió en una entrevista. El ‘Nuevo Periodismo’ es una corriente periodístico-literaria que nace en los años 60 del pasado siglo XX. Se define como una corriente rompedora en el periodismo e innovadora en literatura que persigue llevar a cabo una investigación periodística exhaustiva basada en hechos reales y explicar la historia con un tono literario. Uno de los primeros estudiosos del movimiento fue el escritor y periodista Tom Wolfe, en un artículo del New Yorker, donde estructura las principales características del nuevo periodismo, a saber: Construir un texto escena por escena; Incluir gran cantidad de diálogos; Definir con detalle a los personajes”; y Adoptar siempre un punto de vista determinado para explicar la historia.
‘In Cold Bood’ narra el brutal asesinato de los cuatro miembros de una familia de Kansas. En 1959, un violento crimen sacudió la tranquila vida de Holcomb. La sociedad estadounidense de aquellos años quedó conmocionada por un crimen que sugería que cualquiera podía morir asesinado en cualquier momento. Nada menos que 62 años después asistimos a otro crimen ‘anunciado’ en aguas de las turísticas Islas Canarias, cerca de la ciudad española, de Tenerife. Truman Capote no quedó conforme con su trabajo innovador. Hoy también titularía lo ocurrido en España, en un ‘nonfiction novel’ o novela testimonio, ‘A Sangre Fría’. En el título reconoce de su fracaso en alcanzar una tranquilidad de ánimo y dominio de sí mismo que le permitiera no dejarse llevar por la emoción y no perder los nervios… Los que sí lo lograron fueron los asesinos a la hora de cometer un acto cruel de forma premeditada, calculada y sin perturbarse. ‘A Sangre Fría’, ‘In Cold Bood’, lo mejor del libro de Truman Capote.
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