La Shark Tower promoverá la preservación de la especie en Cancún

El desarrollo de este proyecto tiene varias líneas de trabajo, pero la base de todos será detectar cuáles son las áreas de crianza de tiburones en el Caribe Mexicano, pues éste cuenta con diversas lagunas costeras que son utilizadas por varias especies de tiburones para dar a luz a sus crías, las cuales permanecen en la zona hasta que alcanzan una talla que les permite sobrevivir en el mar abierto.

Una vez localizadas estas zonas, Saving our Sharks, la asociación civil que estará al frente del laboratorio de investigación, planea trabajar para modificar las normas oficiales de pesca y prohibir esta actividad en las áreas de crianza de los tiburones.

«La norma 029 habla sobre la pesca de tiburones y rayas; y estipula que esta actividad está totalmente prohibida en zonas de crianza, por lo que es necesario determinar cuáles son para poder proteger a estos animales en su etapa más vulnerable», comenta Luis Lombardo biólogo y director de la asociación civil Saving our Sharks.

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Saving our Sharks ha trabajado durante dos años con Shark Tower para la planeación del proyecto. (Shark Tower/Saving our Sharks)

Además, Saving our Sharks también abordará los temas de conservación, trabajando con los pescadores de la zona para concientizarlos y tratar de cambiar desde sus partes de pesca para que sean más sustentables, hasta su actividad económica en sí. «Trabajaremos para transformar las actividades pesqueras en actividades turísticas con tiburones, por ejemplo, el buceo con esta especie. Todo el trabajo queda mezclado para llegar finalmente a la protección de estos animales», dice Lombardo.

Para darle forma a esta idea, hemos reinterpretado el aspecto de la aleta dorsal del tiburón; la parte más representativa de su anatomía y la causa principal de su extinción.

Shark Tower

La pesca de tiburón es una actividad poco redituable, dependiendo de la especie es el costo de su carne, la cual va desde los 7 pesos por kilo en el caso del tiburón gata y hasta 25 pesos por kilo por la carne del tiburón martillo, a esto se le restan los gastos en torno a la actividad, como gasolina, embarcaciones y tripulación, por lo que termina siendo una ganancia real muy baja.

El correcto funcionamiento del laboratorio dependerá en un principio del personal de base de Saving our Sharks, pero posteriormente se necesitará la colaboración de personas capacitadas en temas ambientales. «Trabajaremos con etólogos, biólogos, oceanógrafos, buzos profesionales, operadores turísticos profesionales en cuanto al trabajo con tiburones y por supuesto,abogados ambientales», comenta Luis Lombardo.

En cuanto al funcionamiento de la torre, se tratará de un edificio completamente sustentable, pues está diseñado tanto en su orientación y arquitectura para usar la menor cantidad de agua y energía posible.

Se prevé que este proyecto, cuyo capital es completamente privado y con un giro residencial, inicie su funcionamiento en mayo de 2021.

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