La seguridad, por los suelos
Por Luis Roel Itzá > Quequi
Ocupada en desprestigiar a sus antecesores y hacer quedar mal a sus regidores que no son afines, la presidenta municipal, Perla Tun Pech, se ha olvidado de la parte más importante que demanda la ciudadanía que es la seguridad diaria, a tal grado que la dirección encargada de brindarla a la población está sin pies ni cabeza y señalada de brindar protección a los narcomenudistas, además de los asaltos se realizan a plena luz del día.
Nunca en la historia de la isla se había tenido tal índice de inseguridad y además una Policía diezmada con pocas patrullas y muy poco o nada que hacer, por desconocimiento de las nuevas leyes en la impartición de justicia, que los hace cometer muchos errores en las puestas a disposición y por consiguiente sean rechazados sus expedientes en la Fiscalía General del Estado.
Perla Tun Pech se ha concentrado en atacar a quienes la critican y pensar que todos los cozumeleños son sus enemigos y por ello solo está preocupada en buscar más razones para criticar y señalar a las administraciones pasadas, así como el tratar de hacer quedar mal a sus regidores en cada una de las sesiones de Cabildo, exhibiendo muchas veces cuestiones personales y no laborales.
No se ha tomado la molestia de acudir a la Dirección de Seguridad Publica y dialogar con los elementos que son los que palpan las problemáticas diarias para poder cumplir con su trabajo, ni siquiera ha metido en cintura a su director, Raúl Sánchez Martínez, quien sin importarle la situación que se vive hoy en día que los delincuentes están agrediendo a sus subordinados, ha querido regresar de su viaje a la Ciudad de México y tiene en manos de dos jóvenes policías el control de toda la corporación.
Tun Pech no ha querido buscar los acercamientos con el estado y la Federación para que le ayuden con patrullas y demás equipamiento como en todo el resto de la entidad, su orgullo de no pedir apoyos para no estar comprometida más tarde, lejos de ayudar a la población le está causando serios problemas, ya que son los ciudadanos los que son asaltados, golpeados y además a plena luz del día.