Masood nació en KIent, al sureste de Reino Unido, y era conocido bajo varios alias, confirmó la policía. Los servicios británicos ya lo habían investigado si bien no había indicios de que tuviera la intención de atentar. Había sido condenado en diferentes ocasiones por asalto y posesión de armas.
La primera ministra aclaró que «el caso es antiguo, él no era parte del escenario actual de inteligencia» y subrayó que no había información de inteligencia previa sobre su propósito ni sobre sus planes.
El grupo, que no suele tardar en atribuirse los atentados en occidente –incluidos los de simpatizantes que actúan por su cuenta ( ‘lobos solitarios’)– señaló que el atacante«llevó a cabo la operación en respuesta a la llamada de atacar a ciudadanos de la coalición», en referencia a la agrupación internacional que combate el terrorismo yihadista en Oriente Medio.
Redadas nocturnas
El jefe de la unidad antiterrorista de la Policía de Londres, Mark Rowley, explicó a primera hora de la mañana que sospechaban que el atacante «actuó solo y se inspiró en el terrorismo internacional».
Rowley compareció ante la prensa después de una larga noche en la que más de un centenar de agentes participaron en un operativo en el que se detuvo a ocho personas en seis registros realizados en diferentes puntos del país.
Los registros se realizaron en Londres, Birmingham y otros lugares que no especificó. En este sentido, señaló que la investigación continúa, pero «en estos momentos no tenemos información específica sobre nuevas amenazas para los ciudadanos».
El ministro británico de Defensa, Michael Fallon, ya había adelantado en entrevista con la BBC, que las fuerzas de seguridad trabajaban sobre la base de un atentado «ligado al terrorismo islámico».
«Esto es lo que se asume en este momento, aunque (la Policía) todavía no tiene una imagen completa de este hombre y sus socios y quién pudo, o no, ayudarle a preparar este atentado», señaló Fallon.
Según la BBC, en Birminghan fue alquilado el vehículo con el que se cometió el atropello en el puente de Westminster. Mientras, la agencia AFP recuerda que en esta localidad residió Mohamed Abrini, uno de los autores de los atentados de Bruselas y también involucrado en los atentados de París.
El Parlamento británico reanudó con un minuto de silencio su actividad suspendida el día anterior abruptamente por el atentado y la comparecencia de primera ministra en la que recordó a las víctimas, agradeció la labor de las fuerzas de seguridad y aseguró que la vuelta al trabajo es una muestra de que «no tenemos miedo».
May señaló que centenares de agentes continúan investigando el suceso en el que especificó que han resultado heridos ciudadanos de Rumanía, Polonia, Francia, China, Alemania, Italia, Estados Unidos y Grecia, con cuyos gobiernos están en contacto.
El país está en nivel de alerta severa, el segundo en la escala de seguridad y no el primero porque en estos momentos los servicios de inteligencia no tienen constancia de que haya riesgo de un «ataque inminente».
Las autoridades redujeron a tres la cifra de fallecidos, en vez de cuatro como se había informado al principio, y tratan de determinar la cifra total de víctimas, entre las que estaban tres policías y varios adolescentes franceses que hacían un viaje escolar.
Según el jefe de la unidad antiterrorista de la Policía de Londres 29 heridos todavía reciben tratamiento en el hospital y siete de ellos se encuentran en «condición crítica».
Un policía y dos civiles
Los fallecidos son el policía Keith Palmer, de 48 años, que fue apuñalado en las inmediaciones del Parlamento; Kurt Cochran, quien visitaba Europa con su esposa para celebrar 25 años de matrimonio; Aysha Frade, de 43 años, británica de origen español.
Frade, quien tenía doble nacionalidad, estaba casada y era madre de dos niñas de 7 y 9 años. Además, era profesora y caminaba por el puente de Westminster hacia la escuela de sus hijas para recogerlas.
Ataque contra el corazón de Londres
El atacante cometió un atropello masivo invadiendo con su vehículo una de las aceras del puente Westminster, frente al icónico Big Ben, que causó 40 personas heridas, algunas «catastróficas», según informaron el miércoles los médicos del St. Thomas Hospital, ubicado frente al Parlamento.
Después se dirigió hacia el Parlamanto con dos cuchillos, donde apuñaló al policía Keith Palmer que le impidió entrar en el edificio e hirió a otro. El incidente obligó al cierre de la institución y la suspensión de la sesión en la Cámara de los Comunes.
La primera ministra, Theresa May, quien estaba en el Parlamento en el momento del atentado, calificó de «enfermizo y depravado» el ataque contra una de las zonas turíticas más transitadas de Londres.
¿Quién está detrás?
Todavía las autoridades británicas no han dado por buena la reivindicación de ISIS, pero el modus operandi es similar al utilizado en el ataque en Niza (Francia) el pasado verano y en Alemania, en un mercadillo navideño.
El ataque, que se produjo exactamente un año después de los atentados de Bruselas, ha sido el más mortífero en el Reino Unido desde los atentados suicidas del 7 de julio de 2005 en Londres, que dejaron un balance de 56 muertos, incluidos los cuatro suicidas.