La lengua, un instrumento para bien o para mal
Pbro. Carlos César González Cruz.
Santiago 5:5-10.
“La lengua; es una parte muy pequeña del cuerpo, pero es capaz de grandes cosas. Es un fuego. Es un mundo de maldad puesto en nuestro cuerpo, que contamina a toda la persona. El hombre es capaz de dominar toda clase de fieras, de aves, de serpientes y de animales del mar, y los ha dominado; pero nadie ha podido dominar la lengua. Es un mal que no se deja dominar y que está lleno de veneno mortal. Lo mismo bendecimos a nuestro Señor y Padre, que maldecimos a los hombres creados por Dios a su propia imagen. De la misma boca salen bendiciones y maldiciones.”
Esopo, considerado el padre de la fábula, era un esclavo que vivió en el siglo V a. c. Su amo, Xantus, le ordenó que fuera al mercado y le trajese el mejor alimento que encontrara para agasajar a importantes invitados. Esopo compró solamente lengua y la hizo aderezar de diferentes modos.
Los convidados se hartaron de comer lo que saborearon como un manjar. Cuando quedó solo, Xantus le preguntó qué era eso tan delicioso.
—Me pediste lo mejor —dijo Esopo— y traje lengua.
La lengua es el fundamento de la filosofía y de las ciencias, el órgano de la verdad y la razón. Con la lengua se instruye, se construyen las ciudades y las civilizaciones, se persuade y se dialoga. Con la lengua se canta, con la lengua se reza y se declara el Amor y La Paz. ¿Qué otra cosa puede haber mejor que la lengua?
Pocos días después, Xantus le dijo que llegarían unos visitantes desagradables a los que debería atender por protocolo, pero quería manifestarles su disgusto sirviéndoles una mala comida.
—Trae del mercado lo peor que encuentres —le recomendó.
Esopo trajo lengua y la hizo preparar con un sabor tan desagradable que repugnó a los comensales.
—¿Qué porquería es esa que serviste? —le preguntó Xantus.
—Lengua —contestó Esopo—. La lengua es la madre de todos los pleitos y discusiones, el origen de las separaciones y las guerras. Con la lengua se miente, con la lengua se calumnia, con la lengua se insulta, con la lengua se rompen las amistades. Es el órgano de la blasfemia y la impiedad. No hay nada peor que la lengua.
“La lengua es un arma de doble filo. El hombre, tan indefenso por naturaleza, no tiene colmillos, no tiene garras, no escupe fuego, pero tiene el don del lenguaje, y una lengua puede ser tan suave como la miel y tan afilada como un puñal».
¡Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino llamado vida!