La jiribilla Jorge González Durán
González Cahluni y el jazz
Una madrugada de hace nueve años falleció Fernando González Cahluni. Un cancunense de corazón. Un hombre de lealtades y de pasión por la amistad. González Cahluni, vivió en Cancún los mejores años de su vida. Fue gran amigo y cercano colaborador de Salim Abraham Achach, fallecido hace casi cinco lustros. Amigo muy querido de Miguel Borge Martín, de quien fue leal colaborador en la OVC.
Jugador de golf y conocedor a fondo de los secretos de este deporte. Empresario tenaz, tenía una visión de corto, mediano y largo plazo. A pesar de sentirse tocado por la enfermedad, siempre tenía la mente y el corazón en el futuro. Era un hombre muy unido a su familia y a sus amigos. Gran conversador, su bonhomía enseguida le ganaba amigos. Caballeroso como pocos, tenía una nobleza de alma poco común.
En una ocasión sus numerosos amigos lo quisieron convencer de que buscara la candidatura a una diputación local por el X Distrito, pero él declinó la posibilidad. Le interesaba la política como observador agudo. Pero nunca quiso ser protagonista ni asumir un rol activo en la política. Tuvo, sin embargo, la capacidad para ser un buen político pero siempre rehuyó las oportunidades que tuvo en ese sentido.
Esta columna recupera unas palabras que González Cahluni pronunció el 10 de mayo del 2000, con motivo de la inauguración del Décimo Festival de Jazz.:
Hoy, los habitantes de Cancún nos encontramos de plácemes porque se inaugura la décima versión del Festival de Jazz, que ya se ha convertido en una hermosa tradición que es parte de nuestra identidad cultural. Este festival es un esfuerzo conjunto de la Oficina de Visitantes y Convenciones, del Gobierno del Estado, del Ayuntamiento Benito Juárez, y de todos los sectores involucrados en la actividad turística…
El festival de jazz es uno de los símbolos de Cancún, que se proyecta no sólo hacia el ámbito turístico sino al disfrute de la población en general. Promover eventos de calidad es una de las mejores maneras de incentivar también un turismo de calidad…
El festival de jazz tiene una clara proyección turística, pero también tiene el objetivo de acercar su disfrute a toda la población, y es por ello que grupos de renombre se presentan en varios puntos de la ciudad y en diversas plazas comerciales…Todos sabemos que el festival es uno de los acontecimientos más esperados por todos”. Ya el Festival es cosa del pasado, y uno de sus promotores falleció hace nueve años.