LA JIRIBILLA Jorge González Durán

Parece, da la impresión, de que la advertencia emitida por el Departamento de Estado a sus connacionales estadounidenses le ha dado gusto a algunos de aquí, sin medir las repercusiones que tendría para la economía jugar con el prestigio y la imagen turística de Cancún y la Riviera Maya.

El aviso, que no alerta, tiene un evidente contenido político. Trump está tratando de dañar la economía mexicana como una herramienta de presión adicional a la renegociación del Tratado de Libre Comercio, que, por cierto, está siendo manejada con los pies por los personeros del gobierno federal.

En este contexto se da el aviso a los turistas norteamericanos. La respuesta de la Secretaría de Turismo estatal aclara algunos puntos pertinentes, que es preciso tomar en cuenta. Las cifras son malévolamente manipuladas no sólo por Estados Unidos, sino por algunos despistados que ignoran que hasta el año pasado los datos sobre el tema delincuencial se ocultaban o se maquillaban. Es decir, no hay una referencia confiable para afirmar que este año han aumentado los actos delictivos.

Es verdad que las cifras de ocupación indican que los turistas norteamericanos mantienen e incluso incrementan su preferencia por los destinos del Caribe mexicano. Esto no es cualquier cosa. Y con esto no se debe jugar, porque sería hacerle el juego a los enemigos de los destinos turísticos exitosos de Quintana Roo, que éstos sí, son una referencia internacional.

Cuando hace cuatro años Estados Unidos emitió una alerta para que sus turistas tomen precauciones al visitar el Caribe mexicano, muchos de los que ahora festinan el aviso de marras, lo criticaron y arroparon a Borge. Ahora se desgarran las vestiduras por el aviso dado a conocer por el gobierno de Trump, enemigo declarado de nuestro país. ¿Entonces, de qué se trata? Existe un evidente trasfondo político, sin lugar a dudas.

En materia de seguridad hay un déficit muy claro. Ni los municipios ni el gobierno federal están haciendo lo suficiente en este sentido, a pesar de las declaraciones y las firmas de documentos. Sin embargo, es evidente el esfuerzo del gobierno estatal para fortalecer la coordinación institucional entre los tres niveles de Gobierno, con el Ejército y la Marina, e incluso con la sociedad.

Es muy pesada la losa que recibió la actual administración estatal. Y poco a poco ha estado desbrozando el camino para aclarar el panorama. Pero los intereses que ha pisado en su accionar son muy fuertes. Pero con el turismo no se debe jugar.

 

 

 

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