La insignia del real cristiano

Misión Evangélica

No pidamos peras al olmo ni aguacate al tamarindo. Ese proverbio popular nos insta a no pedir imposibilidades naturales donde naturalmente no hay. No vamos a encontrar el genuino amor donde el corazón es inhóspito de Dios.

San Juan fue el último apóstol en morir, toda su vida exhortó a los discípulos: ámense los unos a los otros” y en su evangelio encontramos que dice:
Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros. Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son discípulos míos. Juan 13:3435.

Ojalá todos pudiéramos comprender que el mundo es suficiente para todos, que suficiente es poco para vivir lo poco que tenemos de vida. La vida no nos alcanzará para saberlo todo, tenerlo todo y disfrutar de todo. Todo lo que hoy tenemos es nuestro, mañana puede que ya no.

_Si recoges 100 hormigas negras y 100 hormigas rojas y las pones en un jarro de vidrio nada pasará, pero si tomas el jarro, lo sacudes violentamente y lo dejas en la mesa, las hormigas comenzarán a matarse entre sí. Las rojas creen que las negras son las enemigas, mientras que las negras creen que las rojas son las enemigas, cuando el verdadero enemigo es la persona que sacudió el jarro. Lo mismo ocurre en la sociedad. Hoy tenemos:
Hombres vs. Mujeres; Izquierda vs. Derecha; Rico vs. Pobre; Fe vs. Ciencia; Joven vs. Viejo; Etcétera…
Antes de ponernos a pelear entre nosotros debemos preguntarnos ¿Quién sacudió el jarro?

Cada quien tiene nuestros puntos de vista diferentes a otros y eso no nos hace menos ni mas. Lo que debemos pregonar es la tolerancia. Como dijo Voltaire: No estoy de acuerdo con lo que dices, pero doy mi vida por tu derecho a decirlo.

Busquemos respetar y ampliar los grados de tolerancia en nuestro mundo, lo necesitamos todos.
Bendiciones amigos y hermanos del camino, del buen camino de Dios.

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