LA DIOSA IXCHEL. El Castillo
NO HAY APLAUSOS, SOLO RECHIFLA
Se antoja en extremo difícil que las malas experiencias se conviertan en lecciones que generen cambios, reflexiones, moderen conductas, conlleven a rectificar caminos. Y, no se sabe si es siguiendo instrucciones o cada quien se maneja por la libre, lo cierto es que frente a los escándalos internacionales sobre autorizaciones a empresas a las cuales se les han comprobado actos ilícitos y abusos, permanecen las imposiciones y les es otorgado un salvoconducto para continuar con las mismas prácticas. Ese es el caso de OHL. Se demuestra la relación personal y no sabemos de qué otro tipo, mantienen estos empresarios con el Gobierno federal. Esa autoridad les ha otorgado todo tipo de prebendas. Se han aceptado sus números sin ninguna comprobación real, pese a la afirmación de ser socios tanto del Gobierno del Estado de México como del mismo federal, de donde obtuvieron las autorizaciones para la construcción del segundo piso y del Bicentenario en la capital del país.
El monto de las obras era uno y terminó siendo otro que lo agrandó un 300 por ciento. Las tarifas fijadas para la autorización se determinaron en una cantidad y ahora se cobra lo que se quiere, por tramos muy cortos pagan los automovilistas más que en cualquier kilométrica autopista de los EU. Se supo de las relaciones cargadas de corruptelas y tráfico de influencias, así como de la utilización de información privilegiada para captar mayores ganancias y no les pasó nada. No a los “causantes” mayores, aunque sí a los “coyotes”, a los intermediarios, a los cabilderos e interlocutores con gran sueldo y magníficas comisiones, todos ellos extitulares de secretarías de Estado, ligadas al ramo que interesó a los de OHL.
Los pasos siguientes giran en torno al desarrollo de vivienda, pero no de cualquier tipo de vivienda, ni siquiera simulando algún fraccionamiento. Se trata de construir ciudades completas en donde estén en el mismo lugar todos los servicios e inclusive se ubiquen las mansiones y las casas de interés social para los trabajadores de las mismas. La inversión se asentará en Quintana Roo y tendrá un costo promedio cercano a los mil 500 millones de dólares. En aproximadamente 500 hectáreas edificarán cerca de 17 mil casas. El mercado en el que han pensado levantar el mayor número de ventas es el extranjero. Sin embargo, han proyectado las grandes residencias, las medianas y, de acuerdo con el estudio realizado, en el cual se revela la necesidad en los próximos años de contar con más de 20 mil casas de interés social, también abarcan a ese sector.
Todos los permisos y autorizaciones requeridas para este tipo de proyectos, incluyendo las relacionadas al impacto ambiental, lograron los de OHL les fueran autorizados en tan sólo 11 meses y también que se les otorgara un plazo de hasta 20 años para que todos los documentos tengan vigencia. Novaterra Caribe, SAPI de CV, aparece como responsable de “Residencial Senderos de Mayakoba”. ¿Le suena el nombre? Es justo el que lleva el hotel ubicado también en Solidaridad, el lugar en donde se hospedó el exresponsable de las licencias otorgadas a OHL en el Estado de México de manera “gratuita”. Estos proyectos mostrarían el buen rostro de las inversiones y de los inversionistas que escogen a nuestro país para desarrollar sus empresas, de no ser por los negros antecedentes, por el historial de corruptelas que los acompañan, por las complicidades comprobadas que los llevaron a destituir a quienes les abrieron camino y puertas para tanto abuso.
Nada de eso se contempla en Los Pinos al momento de analizar los por qués de las derrotas.