LA DIOSA IXCHEL. El Castillo

 

 

 

EN EL PRI, SE BUSCA LÍDER

 

Inusual nerviosismo y una fuerte dosis de desesperación se vieron ayer en el edificio que alberga la sede nacional del PRI. Se hablaba de una supuesta conferencia de prensa dictada por Manlio Fabio Beltrones, en la cual daría a conocer la fecha de su salida. Presentará su renuncia, dijeron. Sin embargo, lo acontecido en la realidad fueron sus expresiones: Las fotografías del 2015 no son las del 2016 y las del 2016 no son las del 2018. “En Oaxaca se vivió una alternancia, en un estado donde hubo un gobierno de la alianza de los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, que ahora fueron votados en contra”. Son señalamientos aunados a una autocrítica en la que se advierte la necesidad de hacer análisis sobre los tropiezos y se destaca “la necesidad de que nuestros gobernadores cumplan de mejor manera”. En la puntualización sobre el presente marcó: Este es el momento de las reflexiones y después llegará la hora de las decisiones. Haciendo uso de la frialdad numérica, reafirmó que el PRI se mantiene como primera fuerza política nacional y es el partido más competitivo.

 

Todo lo anterior hace prever la reorganización tricolor, acción repetida con la cual obtiene éxito. Lo mismo se presume habrá de suceder en las entidades en donde la alianza del PAN con el PRD obtuvo un número mayor de votos, “haiga sido como haiga sido”. En el caso de Quintana Roo, la tarea no es simple, vista la serie de traiciones que tuvieron lugar en la contienda, además del voto ciudadano de rebeldía y no precisamente en contra de los candidatos. Si lo que se ve es que cada priista cumpla cabalmente con el papel que tiene asignado, principalmente aquellos que tienen una posición por la vía electoral, como es el caso de los diputados, resulta impensable la llegada de aquellos que, sin haber cumplido, pretender erigirse como “salvadores” del partido.

 

Se manejan varios nombres en sustitución de Raymundo King en la presidencia estatal del PRI. Gabriel Mendicuti, quien aún no sabe si van a incluirlo dentro del gabinete de Carlos Joaquín, por lo que busca acomodo dentro de la organización en la que contribuyó a la derrota. Aparece también José Luis Toledo, diputado federal, exaspirante a la candidatura por la gubernatura, rechazado por lo que queda de las estructuras tricolores que lo culpan por mantener en cerrazón al hombre del que se dice gran amigo, complicando sobremanera la selección, por lo que también aparece como causa directa del resultado desfavorable. Su permanencia en la Cámara es indispensable en momentos en los cuales se acerca la discusión de los presupuestos y, si en verdad guarda respeto a la tierra que lo vio nacer, habrá de hacer lo necesario para que la entidad cuente con los recursos que requiere, fuera de intereses personales. Retirarlo o permitirle manejar dos posiciones, sería una lectura para quienes lo que desean es la unificación del partido y no la inútil confrontación, la que les obligaría a tomar otro tipo de determinaciones en contra del partido en el que todavía creen.

 

La renovación tricolor tiene muchas bases para lograr un arranque con certeza. Se cuenta con el liderazgo de la fracción, que seguramente también tendrá la presidencia de la Gran Comisión y en ello, no hay que olvidar, van PRI y Verde de la mano con la posición del Panal, suma que hace la diferencia. Otro poder, el Judicial, también está en manos de un militante de ese partido. El número total de votos captados hace que se mantengan como primera fuerza política en la entidad, por lo tanto, quien tenga la responsabilidad de dirigir al tricolor, deberá abonar a la unidad que se pretende para mantener esas posiciones. La elección del 2018 se acerca y mucho antes será la de quien abanderará a ese partido en la contienda. Es este un elemento que no debe perderse de vista, ante lo que puede aproximarse en el futuro inmediato.

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