LA DIOSA IXCHEL. El Castillo

 

 

TUTIFRUTI CON LA BENDICIÓN

 

 

“Donde quiera se cuecen habas”, revela una vieja sentencia o refrán, como quiera usted llamarle y, “para muestra, basta un botón”, sobre todo cuando se trata de ejemplificar “lo que hace la mano, hace la tras”. Hace algunas semanas se supo de la inconformidad de los hoteleros por, dijeron, no saber nada sobre el destino de los recursos económicos provenientes del pago de impuesto dedicado a la promoción y la cifra no se antojó despreciable. Seguramente no estaban enterados de lo asegurado por don Pablo Azcárraga, presidente del Consejo Nacional Empresarial, al quejarse de no haber recibido los fondos del derecho de visitante sin permiso para realizar actividades remuneradas, dinero que debería aparecer en las arcas del Consejo de Promoción Turística, desde donde se hace el rescate del sector turístico en momentos de crisis. La recaudación por este derecho que pagan los turistas internacionales que salen del país en avión, es de 390 pesos en el presente año. Lo captan las aerolíneas y se lo entregan a la Secretaría de Hacienda. Durante el 2015, tal tributo sumó 3 mil 162 millones de pesos, que siguen en poder de esa dependencia, sin explicación alguna sobre su retención. En uno y otros casos sobresale la presencia del país en todas las ferias, exhibiciones, promociones permanentes en una buena cantidad de países y de estados de la Unión Americana. Tal vez para quienes demandan cuentas claras en estas percepciones pase de lado, para los ejecutores y autores del lleno en los hoteles mexicanos, no. Cada uno con su posición y los antecedentes de rigor, cuya existencia puede llevar a ejecuciones jurídicas, llevadas a cabo sólo cuando se tienen pruebas.

 

Y, hablando de pruebas, en seco se han parado las marchas programadas por diversas asociaciones civiles, entre las cuales se incluyen algunas de padres de familia y religiosas, con el fin de obligar a detener la iniciativa sobre matrimonios igualitarios y adopciones de menores por parte de parejas del mismo sexo. El impulso lo dio la propia Iglesia Católica, pero la cara ya la dio Emilio Gamboa, al salir a informar que el PRI no considera como prioritaria la iniciativa enviada por Enrique Peña Nieto sobre estos temas, por lo tanto, su destino es la congeladora en el Senado. Los diputados tienen los temas en su área y no se ve que habrán de adoptar una posición contraria a la del yucateco. Más clara que el agua quedó la postura del Ejecutivo federal frente a las acciones y reacciones de los jerarcas de la religión en el país. Dar marcha atrás va siendo un sello, una forma de gobierno, una característica del presente. Antes, no se iba en ese sentido “ni para agarrar vuelo”.

 

Para los Legionarios de Cristo, apartado Cancún, en la cancha existe un empate. Ganaron con la decisión procedente de los altos mandos, tanto del Gobierno como del clero, al suspender la iniciativa calificada desde sus inicios como electorera, entre otros, y perdieron cuando se trató de adueñarse de otro parque, del ubicado en la región 200. Sin embargo, y pese a existir una orden judicial, el Gobierno municipal no se ha atrevido a llevar a cabo el desalojo. El temor demostrado se asemeja al que acompaña a los judiciales cuando se trata de ejecutar acciones en contra de los santeros, de desalojar los lugares en donde llevan a cabo sus prácticas, de desbaratar altares con sabor a sangre de quién sabe qué tipo de animales, si de los de cuatro o los de dos patas. Ya se verá si a los verdes les alcanza el vigor, la fuerza, la entereza, la obligación de respetar la ley y las cosas caminan por donde se debe.

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