La columna Por Gerardo García
Ya debe ser la hora del Consejo de Promoción
Pues sí, la burra se volvió arisca con tanto abuso de su compadre. Cierto, sin embargo, que el atajo al precipicio a veces está pavimentado con las mejores intenciones. ¿Cómo andar sin deshacer lo andado?. ¿Cómo reconocer lo que se ha hecho bien en medio de la tolvanera. Como seguir mirando de tanto en tanto al retrovisor.
Los fideicomisos de promoción turística más importantes de México después del Consejo de Promoción Turística de México son los de Cancún y la Riviera Maya. La Oficina de Visitantes y Convenciones de Cancún y el Fideicomiso de Promoción Turística de la Riviera Maya no sólo manejan más recursos en conjunto que el resto de las oficinas de su tipo en el país, sino que el hecho de representar a los destinos más importantes del país, les da un peso específico a la hora de negociar y relacionarse con los principales operadores, mayoristas, hoteleros y prestadores de servicios en el sector a nivel nacional e internacional. Dos organismos que en efecto sufrieron el abandono financiero y que, pese a que en esencia debieron recibir del gobierno de Quintana Roo en la administración que encabezó Roberto Borge los recursos suficientes para cumplir con sus compromisos promocionales, esto no fue así y las dejaron al borde de la quiebra. Adeudos millonarios con proveedores que sólo fueron soportados por el trabajo y las buenas relaciones de sus entonces directores: Jesús Almaguer en Cancún y Darío Flota en Riviera Maya. A la llegada de Carlos Joaquín al gobierno de Quintana Roo, se determinó replantear su esquema de operación, lo que implicará un enorme reto que comienza con su saneamiento financiero. Una buena apuesta que no debe, sin embargo, partir como si la nada fuese lo que hay.
Urge que se apruebe ya el esquema de los fideicomisos y comience a funcionar el Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo, que absorberá a los organismos antes citados. La intención es crear una estructura única que no sólo disminuya los costos de operación sino que tenga mayor fortaleza a la hora de negociar con la industria las campañas promocionales. Una intención buena, y que viene pasando por el saneamiento financiero de estos organismos; golpeados, como le comentaba, por la falta de recursos que tuvieron para operar en los últimos años. Sabemos ya que su director será Darío Flota, que permaneció en la Riviera Maya en esta administración y tendrá el mando de un organismo que, reitero, sólo es superado en presupuesto y responsabilidades por el CPTM.
El reto que debe superar Darío Flota no sólo es la situación financiera. Él deberá encontrarse con un organismo saneado, en tanto para finiquitar los fideicomisos actuales habrá de terminarse con el adeudo a proveedores. De ahí en adelante deberá tener un organismo que funcione de acuerdo a como se ha comprometido el gobernador Carlos Joaquín con los turisteros. Los recursos para la promoción que provienen del Impuesto al Hospedaje que los hoteleros cobran a los huéspedes tendrán el uso para el que éste fue creado. Si eso sucede, el tema financiero no será un lastre. Deberá sin embargo conciliar los intereses y las necesidades de destinos que, aunque formen parte del Caribe Mexicano, cada uno tiene sus particularidades. No es lo mismo el producto que ofrece Cancún, que Tulum, o Riviera Maya que Holbox o Cozumel. Hay una multiplicidad de intereses, además, que deberán conjuntarse para que se avance.
Darío flota es un profesional de la promoción turística. Al reseñar el camino del éxito que hoy se vive en el destino habrá que ubicar a Flota y a Almaguer como parte fundamental del mismo. Habrá que esperar mucho de él. Sin embargo, mientras más se aplace la creación del Cptqroo el tiempo se va perdiendo. La OVC de Cancún en estos días es un organismo semiparalizado; todos están en espera que se conforme ya el organismo estatal de promoción.
La iniciativa no ha llegado al Congreso y algunas fuentes aseguran que será hasta enero. Ojalá no se pierda más el tiempo.
